Alcanzar la santidad en la Iglesia Católica generalmente toma décadas o aún siglos, pero para el papa Juan Pablo II el veredicto popular ya está dictado y muchos dicen que lo quieren acelerar por la “vía rápida”.

Las reglas de la iglesia dicen que el primer paso a la santidad, conocido como “abrir una causa”, no puede comenzar hasta cinco años después de un fallecimiento.

La regla significa, entre otras cosas, permitir que las emociones se estabilicen después de que la persona muere y reunir la documentación y testigos que apoyen la causa de la santidad.

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Pero mucha gente está convencida de que Juan Pablo II fue un santo en su vida, y algunos lo compararon con la Madre Teresa de Calcuta.

Como el Pontífice era obispo de Roma, la causa debe comenzarse allí, pero es probable que la iglesia polaca presione a su sucesor para que no aplique el periodo de espera de cinco años.