El presidente de EE.UU., George W. Bush, se arrodilló y rezó ayer por la noche en la basílica de San Pedro,  acompañado de su esposa, Laura, ante los restos mortales del papa Juan Pablo II, fallecido el pasado sábado a los 84 años.

Formaban también parte de la comitiva estadounidense los ex presidentes George H. Bush y Bill Clinton, y la secretaria de Estado, Condoleezza Rice.

El presidente Bush permaneció cinco minutos en la capilla ardiente del Papa, antes de retirarse.

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Además de Bush viajarán a Roma en las próximas horas el secretario general de las Naciones Unidas, Kofi Annan, los mandatarios de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva; México, Vicente Fox; Francia, Jacques Chirac; España, José Luis Rodríguez Zapatero, además de ministros, jefes de gobierno y miembros de Casas Reales del mundo entero.

Alrededor de Roma se han apostado misiles antiaéreos, y una torpedera de la armada patrulla las costas. Aviones cazabombarderos y AWAC controlan el espacio aéreo.

Militantes podrían considerar un ataque por la participación de Italia en Iraq y las investigaciones de supuestas células de Al Qaeda en Milán.

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Hay numerosos blancos potenciales para los terroristas: desde los mandatarios extranjeros hasta los millones de peregrinos que llegan a la capital italiana, que se prevé duplicará mañana sus 3,7 millones de habitantes.