Con misteriosas aguas color cobalto y formaciones que asemejan corales, un grupo de pozas en el desierto de Chihuahua siempre ha parecido de otro mundo.

Investigadores de la agencia espacial estadounidense NASA dicen que bacterias primitivas calcificadas ocultas en sus aguas podrían dar importantes pistas en su búsqueda de vida extraterrestre.

La red de 170 pozas alrededor del pueblo de Cuatro Ciénegas ha intrigado durante décadas a biólogos que estudian la evolución porque las especies de peces, caracoles y tortugas que ahí habitan rivalizan con las de las islas Galápagos por su singularidad.

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Científicos del Instituto de Astrobiología de la NASA han comenzado a estudiar antiguas formaciones que se encuentran en las pequeñas lagunas llamadas estromatolitos: estructuras de roca formadas por capas de algas con lodo en su interior,  similares a las que prevalecieron en la Tierra durante más de dos millones de años antes de la evolución de los dinosaurios.

El estudio de sus organismos ayudaría a identificar las condiciones atmosféricas únicas creadas por la vida primitiva en planetas que orbitan a estrellas cercanas y ayudar a resolver la pregunta de si estamos solos en el universo, dijo Brad Bebout, investigador del Centro de Investigación Ames de la NASA.

Los estromatolitos y otras colonias de organismos unicelulares quedaron en las pozas cuando el mar se retiró hace más de 100 millones de años.

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La teoría de la NASA es que los planetas alrededor de estrellas cercanas podrían estar poblados por colonias similares de bacterias primitivas, que sirvieron como base de la cual plantas y animales multicelulares que habitan la Tierra evolucionaron después.