La pequeña venganza continuó ayer una jornada más para los Yankees de Nueva York después de ganar 4-3 a los Medias Rojas de Boston y barrer con 2-0 en la primera serie corta que disputan los eternos rivales de la División Este de la Liga Americana en la nueva temporada.

Una vez más la figura del paracortos Derek Jeter, que pegó jonrón solitario en el noveno episodio para anotar la carrera del triunfo, se convirtió en el líder que surgió en el momento decisivo para darles a los Yankees un triunfo, que el panameño Mariano Rivera había dejado escapar.

Rivera, que salió para lanzar el noveno episodio, fue castigado con dos imparables, incluido el jonrón solitario del receptor Jason Varitek, con el que los Medias Rojas completaron la remontada del 1-3 para empatar 3-3 el marcador.

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Cuando todo parecía que el partido se iba a ir a extra innings, estaba en el montículo el cerrador estelar Keith Foulke, con la cuenta llena y dos outs en la pizarra. Jeter alcanzó su lanzamiento para enviar la pelota por el fondo del jardín derecho ante el delirio de los fanáticos.

Foulke (0-1) se quedó con su primera derrota y comprobó el valor que tienen las figuras como Jeter.

Antes el partido había sido también un gran duelo en todos los aspectos, con el abridor derecho Carl Pavano, quien hizo su debut con los Yankees y siempre estuvo en control de los bates de los Medias Rojas, menos el del dominicano David Ortiz, quien le botó la pelota fuera del parque en el cuarto episodio. El ataque oportuno de los Yankees surgió en el tercer episodio cuando Derek Jeter fue golpeado con un mal lanzamiento de Matt Clement y llegó a la inicial, el dominicano Álex Rodríguez se aprovechó de un error del paracortos colombiano Édgar Rentería y también se quedó seguro en la primera almohadilla.

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El jardinero Gary Sheffield pegó una bola por tierra para que Jeter anotase la primera carrera del partido y luego llegó el japonés Hideki Matsui para conectar su segundo cuadrangular de la temporada con batazo por el jardín derecho que remolcó a Rodríguez y cerró las tres carreras que iban a ser las decisivas.