La Teología de la Liberación recuperaría impulso en países en desarrollo como Brasil tras la muerte del papa Juan Pablo II, de acuerdo con obispos brasileños.

El Papa se oponía a esa teología que tomó elementos del marxismo y se desarrolló en los años setenta y ochenta en Latinoamérica, durante las dictaduras militares, instando a la Iglesia a defender firmemente a los pobres.

Hoy en día la región tiene gobiernos democráticos, pero los partidarios de la Teología de la Liberación dicen que persisten muchas de las desigualdades sociales que alentaron su desarrollo.

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“La Teología de la Liberación es precisamente un sistema para mirar a la realidad (de la desigualdad), basado en la fe”, dijo el obispo Tomás Balduino, presidente de la Comisión Pastoral de la Tierra de Brasil, que defiende los derechos de los pobres a poseer tierras en ese país.

Pedro Casaldaliga, obispo emérito de Sao Félix do Araguaia, opinó que el Papa podría haberse opuesto a la Teología de la Liberación porque vivió bajo el comunismo, y que un sucesor podría ser más tolerante.

“Juan Pablo II tenía una fuerte oposición a cualquier cosa que pudiera asemejarse al marxismo. Es entendible”, dijo Casaldaliga, defensor de los indios amazónicos.