Los dos bandos enfrentados en el conflicto militar de Costa de Marfil firmaron este miércoles un acuerdo para terminar la guerra que estalló en 2002 en ese país, hasta entonces considerado como uno de los más privilegiados de África.
 
"El objetivo está cerca", afirmó el mediador en el conflicto, el presidente sudafricano Thabo Mbeki, al dar a conocer los puntos del pacto firmado hoy por los líderes de Costa de Marfil, el primer exportador mundial de cacao.
 
El acuerdo fue alcanzado al final de unas negociaciones que comenzaron en Pretoria el domingo pasado. Mbeki había anunciado, aparentemente en broma, que no dejaría abandonar el país a los representantes reunidos si no alcanzaban un acuerdo.
 
Pero aunque aún quedan por definir algunos flecos del pacto, el convenio llegó hoy y fue anunciado en una rueda de prensa que comenzó con un retraso de cuatro horas.
 
"Las dos partes declaran solemnemente el cese final e inmediato de todas las hostilidades y el final de la guerra en todo el territorio nacional", dice el documento.
 
Las dos partes, añade el texto, "repudian inequívocamente el uso de la fuerza para resolver las diferencias mutuas".
 
En el conflicto estaban enfrentadas las tropas leales al presidente Laurent Gbagbo y las Fuerzas Nuevas, un partido político creado a partir de tres grupos rebeldes que desde 2002 combatían con las armas desde el norte y el oeste del país.
 
El proceso para alcanzar la paz definitiva estaba bloqueado y las hostilidades se reanudaron en noviembre pasado cuando las tropas de Gbagbo atacaron posiciones de las Fuerzas Nuevas en el norte del país.
 
En las conversaciones que se desarrollaron en Pretoria participaron el presidente Gbagbo y el primer ministro, Seydou Diarra, mientras que en representación de las Fuerzas Nuevas se encontraba su máximo líder, Guillaume Soro.
 
El documento fue suscrito también por las dos principales figuras de la oposición política, el ex primer ministro Alassane Ouattara y el ex presidente Henri Konan Bedie.
 
El pacto suscrito establece que las tropas leales a Ggagbo y las de las Fuerzas Nuevas comenzarán "inmediatamente" el proceso de desmovilización y desarme. La idea es crear un Ejército unificado que cierre las heridas históricas.
 
La primera reunión en esa dirección se realizará el próximo 14 de abril, con la asistencia de un grupo de expertos.
 
En el documento firmado en Pretoria, las partes confirman la convocatoria de elecciones presidenciales para octubre próximo, pero queda por definir el litigio que existe acerca de la candidatura de Ouattara, en el caso probable de que quiera concurrir.
 
La legislación marfileña le impide a Ouattara concurrir como candidato porque, según sus enemigos, su madre no es de esa nacionalidad, sino de Alto Volta, algo que el político niega.
 
De acuerdo a lo definido hoy, Mbeki consultará al respecto con el presidente de turno de la Unión Africana, el gobernante nigeriano, Olusegun Obasanjo, y con el secretario general de la ONU, Kofi Annan.
 
"Sólo las elecciones podrán establecer la autoridad del Estado", dijo Gbagbo al anunciar el acuerdo.
 
El pacto implica que las Fuerzas Nuevas, que hasta los ataques de noviembre pasado formaban parte del Gobierno de Reconciliación Nacional, volverán a formar parte del gabinete después de que se apruebe un plan para garantizar la seguridad de sus ministros.
 
El documento fue firmado por Gbagbo, Diarra, Bedie, Ouattara, Soro y también por el mediador nombrado por la Unión Africana, Mbeki.
 
El conflicto militar en Costa de Marfil, que ha causado más de 2.000 muertos, mantiene dividido al país en dos mitades: la norte, en poder por las Fuerzas Nuevas, y la sur, bajo el control de las tropas leales a Gbagbo.
 
En medio se encuentran cerca de 10.000 efectivos de la ONU y de Francia que están instalados en un cordón que separa a ambos bandos. El mandato de los "cascos azules" fue prorrogado el lunes, por un mes, a la espera del resultado de las negociaciones de Pretoria.
 
No es la primera vez que los dos bandos que luchan en Costa de Marfil intenta cerrar el conflicto. Ya lo intentaron en enero del 2003 en Marcoussis con un acuerdo que abrió paso a la creación de un Gobierno de unidad.
 
"La firma de este documento abre la esperanza de que termine pronto el sufrimiento del pueblo de Costa de Marfil", afirmó hoy Bedie, que llegó a la presidencia en 1993 y fue derrocado por un golpe de Estado en 1999, lo que desató una tormentosa vida política que ahora se quiere cerrar.