CNN en español promociona a Patricia Janiot, su estrella máxima, haciendo el inventario de las personalidades que ha entrevistado: Castro, Clinton, Chávez... Como si el gran periodismo consistiera en entrevistar a grandes personajes. Para su despecho, Juan Pablo II se le escapó, acaso porque AOL Time Warner no tiene buenas palancas en el Vaticano, como evidentemente las tiene en la Casa Blanca.

Lo que sí pudo Janiot es verlo de cerca y hasta darle la mano, en una de aquellas audiencias colectivas que un Papa concede por miles y que muchos aprovechan para hacerse la foto y sacar pecho ante las visitas. Pues bien: hoy ella hace lo mismo. No pudo la periodista, aprovechando la infausta coyuntura de la muerte del Pontífice, evitar caer en la tentación de exhibirse al mundo de habla hispana en esos trances.

Así, entre las imágenes seleccionadas por CNN para resumir los momentos más importantes del pontificado de Juan Pablo II (su primera visita a México, sus entrevistas con Reagan y con Gorbachov, su oración ante el Muro de los Lamentos, el atentado que casi acaba con su vida...), aparece Janiot retorciéndose físicamente de la emoción y extendiendo la foto de su hija para que el Papa la bendiga. Decisivo momento en la historia de la Iglesia y del periodismo universal. Luego sale ella en la propaganda y dice: “Sabemos guardar distancia”. Ya lo creo.

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Es que lo de la CNN en estos días es para estudiarse en las escuelas de periodismo: el especial de televisión más largo de la historia. Empezó el jueves, cuando el Papa recibió la extremaunción, y todavía no termina. Van seis días sin parar. Ya no hay guerra en Iraq, ni damnificados en Sumatra, ni víctimas del sida en África, ni gringos fascistas matando mexicanos en la frontera, en fin, no pasa nada en el mundo. Solo hay un Papa muerto y una multitud que lo llora. Y una periodista que alguna vez lo vio y hoy saca pecho a las visitas.