No hay evidencia de que la abstinencia sexual o la fidelidad conyugal protejan del sida, como asegura el gobierno estadounidense, dijo este miércoles un funcionario de salud brasileño ante las Naciones Unidas.
 
"Basado en experiencias internacionales, no hay evidencia de que las recomendaciones morales, como la abstinencia y la fidelidad, tengan un impacto que pueda impedir las infecciones y disminuir la epidemia", dijo Paulo Texeira, coordinador del programa de Sida de Sao Paulo.
 
En general, los programas contra el síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA) del gobierno del presidente George W. Bush siguen el patrón "AFC", siglas que significan abstinencia, fidelidad y condones.
 
Sin embargo, un estudio reciente en Uganda mostró que la parte relacionada con la abstinencia no pudo explicar la disminución de las infecciones en esa nación, mientras que investigadores sugirieron que el uso de condones era responsable de esta reducción.
 
"Somos conscientes de que la promoción de prácticas sexuales seguras involucra asuntos religiosos, éticos y culturales, pero no podemos permitir que se conviertan en un obstáculo para la prevención", dijo Texeira, cuyo país ha sido una de las principales naciones del mundo en desarrollo que ha tenido más éxito en la lucha contra la epidemia de sida.
 
"Nuestros gobiernos e instituciones deberán lidiar con estas dificultades si desean tener éxito en el control de la epidemia", dijo durante una reunión de la Comisión de Población y Desarrollo de las Naciones Unidas.
 
Hasta la fecha, sólo se ha reportado menos de un 0,6 por ciento de casos de sida entre los 182 millones de habitantes de Brasil, según Texeira, comparado con la prevalencia del 7,5 por ciento en el Africa subsahariana, donde la epidemia está más diseminada.
 
La campaña brasileña contra el sida combina la distribución de condones entre la población joven con un amplio programa de educación y acceso gratuito a los cocteles de fármacos contra el virus de inmunodeficiencia humana (VIH), que es el causante del sida.
 
El enviado de Estados Unidos Sichan Siv, quien habló el lunes en la misma reunión de la ONU, dijo que los programas contra el sida de Washington en el extranjero se centran en apoyar las estrategias de los gobiernos de cada nación donde se han implementado.