El artista dejó la actividad musical para dedicarse a su empresa, Ingemédica. Ahora retorna con un nuevo disco en el que, según indica, “no es fácil callar lo que siento”. La producción está concluida en su totalidad, pero saldrá al mercado en junio próximo. Consta de catorce canciones, la mayoría inéditas, y un video musical.

El 25 de agosto del 2000, el cantante ecuatoriano Ernesto Rovayo ofreció un concierto en el coliseo Voltaire Paladines Polo. Era su primera presentación masiva y a pesar del éxito que entonces registraban los temas de su disco Y sigo aquí, el local no congregó una gran audiencia.
Después de ese show, el intérprete de Dímelo, Regálame esta noche, A dónde irá y Ojalá desapareció del escenario artístico.

Muchos atribuyeron ese alejamiento al impacto que sufrió Rovayo al ver el coliseo con escaso público, pero no. Él, quien ahora regresa a la actividad musical, dice que durante casi cinco años se mantuvo fuera de escena porque estaba dedicado a su empresa, Ingemédica. “Además de cantante soy ingeniero mecánico y la empresa empezó a crecer de manera acelerada, así es que tuve que viajar mucho y hacer entrenamiento”.

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Agrega que cuando se inició profesionalmente en la música Ingemédica tenía cinco años en el mercado (nació en 1995) y se dedicaba solo a los sistemas de gases no combustibles. “Teníamos el proyecto de crear una división electrónica. Los planes se debían ejecutar desde el 2001.
Por ello viajé a Brasil y Estados Unidos para entrenarme y a su vez preparar al personal. No había tiempo para cantar”, revela.

Ahora sí lo hay, refiere, pues el proceso de preparación concluyó y ha podido delegar funciones. “Puedo, de manera más consciente y profesional, dedicarme a la música”, subraya.

Rovayo vuelve a la actividad artística con una nueva producción discográfica. Aún no tiene título definido, pero presume que la “bautizará” igual que el sencillo promocional, No es fácil callar lo que siento, el cual se escucha insistentemente en las radios locales.

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El artista, quien ahora luce más formal, empezó la producción del álbum hace tres años. Consta de catorce canciones: ocho inéditas, un cover (Todo aquello, interpretado en género tropical pop) y cinco que integraron su primer trabajo.

Rovayo indica que compuso los temas con su hermano Medardo. “El disco se grabó en el país y se masterizó en Argentina, en el estudio Pie Recording de Alejandro Lerner”, menciona.

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Para Rovayo, No es fácil callar lo que siento representa más que su retorno a la música. Es una producción musical más festiva. Las letras son románticas, porque ese es su sello, en géneros pop, pop rock, balada acústica y romántica, tropical pop, salsa pop  y rancheras.

Cambios

Más maduro
Ernesto Rovayo, de 35 años, dice que se siente más maduro y que aprendió de la primera experiencia. “He ganado paciencia y tolerancia porque no todo puede ser perfecto“.

Presentación.
El artista presentará su nuevo disco, en junio próximo, con un concierto. Este (el álbum) contará con un video musical, que grabará antes de su lanzamiento (en mayo).

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Canto a la vida
En sus melodías, Rovayo le canta a la vida. Señala que en su material ha procurado divertirse y que la gente disfrute de lo que realiza. Emocionalmente se siente estable y todavía está soltero.