La hinchada del MKS Cracovia rezó ayer por Juan Pablo II, su aficionado más célebre, en una singular misa en el estadio de Cracovia, el equipo del que Karol Wojtyla tuvo la camiseta número uno, obsequiada por el club.

El graderío del MKS  se pobló de bufandas rojas y blancas, los colores del cuadro, para sumarse al duelo colectivo de Polonia por el deceso del Pontífice. Unos 30.000 seguidores de toda condición acudieron para rezar por el papa Juan Pablo II.

Para los responsables del club, convocar esa misa era un deber al Papa, un asiduo seguidor que solía acudir a los partidos en sus tiempos de arzobispo de esa ciudad.

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“Nosotros, los hinchas, hemos perdido un compañero”, decía uno de los muchachos, antes de la ceremonia.
Minuto de silencio

La Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol) y la Unión Europea de Fútbol (UEFA) ordenaron ayer un minuto de silencio, en homenaje al fallecido Papa Juan Pablo II, en todos los partidos de Copa Libertadores y Liga de Campeones que se jueguen esta semana.