Moradores del barrio Lazareto, al nororiente de esta población, protestaron ayer frente al edificio municipal y cerraron el paso al tráfico vehicular en la calle Bolívar con dos buses secuestrados, en protesta a la mala calidad del servicio de transporte urbano.

Los protestantes pedían que la compañía de buses Ricaurte mejore el servicio de la línea 23 con destino a Lazareto. 

Según Rosa de Méndez, una usuaria, la frecuencia establecida por la Unidad Municipal de Tránsito (UMT), es para que los buses circulen cada 12 minutos; sin embargo, los pasajeros tienen que  esperar hasta 30 minutos a que pase una unidad.

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Los usuarios denunciaron que la UMT intentó modificar la ruta 23 con un desvío hacia la parroquia Ochoa León, pero que ello perjudicaría a los habitantes del sector nororiental, porque los obligaría a tomar otra ruta para evitar demora en su movilización, dijo Norma Vélez, otra de las personas que participó ayer en la marcha.

Diego Astudillo, director de la UMT, aseguró que tal cambio no se dará, y, a través, de multas se obligará a la compañía a cumplir con los horarios establecidos.

Ayer los conductores secuestrados, uno de ellos Jorge Parra, confirmó que 12 unidades destinadas a la ruta Florida - Lazareto de la línea 23, también cubren el recorrido Florida-Ochoa León por órdenes del directorio.

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Señalaron que asumirán las disposiciones que se emanen de sus directivos.

Marcha


ACUERDO

Los dueños de los buses retenidos ayer por moradores de Lazareto esperan reunirse con funcionarios de la Unidad Municipal de Tránsito (UMT) para llegar a un acuerdo en la cobertura del servicio hacia el sector de Ochoa León donde también hay gran demanda de transporte público.

RUTA

Al concluir la marcha de los habitantes la UMT dispuso que la línea 23 se mantenga con la ruta Florida - Lazareto, y que el sector Ricaurte debe buscar otra línea para servir a Ochoa León, dijo una de las reclamantes.

PEDIDOS

La interrupción del tráfico vehicular a causa de la protesta duró cerca de hora y media, tiempo en el cual los moradores gritaban que se solucionara su problema y que no iban a esperar más tiempo.