El primer eclipse solar del año ocurrirá el viernes, cuando la Luna se interpondrá entre el Sol y la Tierra y proyectará su sombra sobre una amplia zona del planeta.
 
No será un eclipse total, en que la Tierra queda a oscuras, pero será el último eclipse parcial de sol que podrá verse desde partes de Estados Unidos hasta el 20 de mayo del 2012.
 
En América Central y el sector norte de América del Sur, el Sol quedará reducido a un anillo de fuego. El eclipse durará entre unos pocos minutos y más de una hora, según donde esté ubicado el espectador.
 
En gran parte de los Estados Unidos, el fenómeno se verá como si la Luna se colocase delante del Sol y le   mordiese un pedazo. La mordida más grande será en el sur. Los astrónomos han advertido que no debe mirarse directamente al Sol sin utilizar algún tipo de protección para los ojos.
 
El eclipse será visible a lo largo de un corredor de unos 14.000 kilómetros que se extenderá desde Nueva Zelanda hasta buena parte del continente americano.
 
En los Estados Unidos, los residentes al norte de una línea que se extiende del sur de California hasta el centro de Nueva Jersey no verán nada extraordinario. La máxima visibilidad será en Miami, donde casi la mitad del diámetro del sol quedará cubierta a las 6:20 de la tarde (2220 GMT).
 
El próximo eclipse solar se realizará el 3 de octubre y atravesará la península Ibérica.