El ex mandatario elogió la labor del presidente de la Corte Suprema de Justicia, de la administración económica del gobierno y de la gestión municipal de Guayaquil.

A bordo de un vuelo de la aerolínea Copa, el ex presidente de la República, Gustavo Noboa, arribó ayer a esta ciudad luego de permanecer exiliado en República Dominicana por más de  19 meses.

El pasado 31 de marzo, el presidente de la Corte Suprema de Justicia (CSJ), Guillermo Castro Dáger, declaró la nulidad del juicio en su contra por una supuesta negociación irregular de la deuda externa ecuatoriana. La providencia benefició también a varios de sus ex colaboradores implicados en el caso.

Noboa se quedará en Guayaquil un mes y luego regresará al país centroamericano para dictar conferencias. No descartó una futura participación en la actividad política. Al referirse a una candidatura, señaló que “los estrategas de los equipos de fútbol dan la alineación al final”.

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El ex mandatario elogió la labor del presidente de la Corte Suprema de Justicia, de la administración económica del gobierno y de la gestión municipal de Guayaquil.

Algunos familiares y la prensa lo esperaban por el área de Gold pass del aeropuerto Simón Bolívar, pero inesperadamente, a las 15h35, apareció por Arribo Internacional el ex presidente Gustavo Noboa Bejarano, quien con el tradicional buen humor que lo caracteriza lo primero que hizo fue referirse a la alta temperatura que en ese momento se registraba en la ciudad: “Tengo que ir a vestirme de guayaquileño... sacarme este saco y la corbata”.

Acompañado de la mayoría de los funcionarios que formaron parte de su gabinete ministerial y de sus familiares, Noboa se dirigió inmediatamente hacia el hotel Oro Verde, donde se había organizado una rueda de prensa.
Allí, con un marcado acento caribeño producto de sus 19 meses de exilio en República Dominicana, dijo haber perdonado al líder socialcristiano León Febres-Cordero, quien inició el juicio que lo llevó a recluirse en el país centroamericano.

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“Yo no planeo una venganza para nadie, ya perdoné a todos... pero no me olvido porque no tengo Alzheimer.
¿Cómo olvidar todo el daño que me han hecho?”, manifestó al tiempo de aceptar que aún no ha decidido si iniciará acciones penales contra Febres-Cordero, “pero si jurídicamente corresponde lo haré”, añadió.

Con juegos de palabras y riendo constantemente, el ex jefe de Estado evitó hablar de la actual situación política del país, pero fue enfático en cuestionar la labor de la ex ministra Fiscal Mariana Yépez.

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“Ella no aceptó el informe de dos peritos de la Contraloría General del Estado que al analizar el tema determinaron que la renegociación de la deuda fue beneficiosa para el país... Esto fue un cuento no del cuentero de Muisne, del cuentero del Ecuador”, dijo, haciendo referencia a Febres-Cordero.

Felicitó la labor del presidente de la Corte Suprema de Justicia (CSJ), Guillermo Castro, quien anuló el juicio que se seguía en su contra, y resaltó el hecho de haber podido regresar al país “sin partido, sin diputados”. 

“Dimos la batalla y hemos quebrado los dientes”, dijo Noboa, refiriéndose a un adagio popular que versa: “Deja que los perros ladren y te muerdan, porque tu acero les quebrará los dientes”.

Respecto de los cuestionamientos que varios sectores políticos han hecho a la conformación de la actual CSJ, recordó que en 1997 el Congreso Nacional ya nombró a los magistrados de dicha entidad. “Está la Corte del Pichi (Castro) y quieren ahora la Corte del Pocho”, dijo en alusión al diputado socialcristiano Alfonso Harb.

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Sobre las protestas que se han anunciado debido a la providencia de Castro que, además de a él, benefició a los ex mandatarios Alberto Dahik y Abdalá Bucaram, manifestó que el país no necesita desobediencia civil, sino unión y trabajo. “Que no se escondan en frases los mismos partidos de siempre”, agregó.

Cambio en el país
Leyendo de cuando en cuando un discurso elaborado a mano en una arrugada hoja de papel amarillo, el ex mandatario señaló que el país “no puede vivir anclado en el ayer, debe renovarse”,  e invitó a que se realice un cambio profundo, en el que la juventud tome los lugares que actualmente ocupan “los políticos tradicionales”.

“El Ecuador de hoy tiene que repensar su futuro, con instituciones fuertes, aceptando la diversidad ecuatoriana en la unidad del conjunto ecuatoriano, la autonomía y la descentralización son presente y no es posibles soslayarlas, es hoy y no mañana cuando debemos dar pasos en ese sentido”, indicó.

En ese contexto, felicitó la gestión del alcalde Jaime Nebot, de quien dijo “aprovechó muy bien” el decreto que él expidió sobre descentralización.

Evitó calificar la actuación del presidente Lucio Gutiérrez, de la que solo dijo que “la macroeconomía está muy bien”.
Pero sí se refirió a la forma en la que “varios políticos tradicionales” tomaron su victoria electoral: Ellos no aceptan que entró por las tranqueras y ganó la carrera.

“No tengo que apoyar a nadie porque no estoy en la política”, afirmó cuando se lo cuestionó nuevamente sobre su cercanía con Gutiérrez.

En un mes retornará al país centroamericano puesto que tiene previsto dictar cinco conferencias, algunas de ellas sobre dolarización, pero afirmó que luego se radicará nuevamente en Ecuador, país del que dijo extrañar el arroz con menestra y patacones.

Cuestionado sobre si piensa retomar sus actividades políticas, respondió que “lo dejen pensar” y refrescarse “con una bielita”. Luego, cuando se lo inquirió nuevamente sobre si tiene previsto candidatizarse a la presidencia en el 2006, aseveró que “los estrategas de los equipos de fútbol dan la alineación al final”.

Después  de la rueda de prensa salió rumbo a su residencia ubicada en la ciudadela Palmar del Río, vía a Samborondón, escoltado por miembros del Grupo de Intervención y Rescate de la Policía Nacional, que lo acompañaron desde que partió de la terminal aérea. En el sitio, amigos y familiares le tenían preparado un pequeño agasajo.

Dijo que el resto de su agenda ayer sería privada y que, durante esta semana, tiene planeado visitar a algunos amigos de la política que no ve desde que se asiló en República Dominicana.

Recibimiento
La mayor parte de los funcionarios que integraron el gabinete ministerial de Gustavo Noboa acudieron ayer al aeropuerto Simón Bolívar a recibirlo: Roberto Hanze (Educación), Alberto Montalvo (subsecretario de Trabajo), Nelson Murgueytio (Vivienda),   almirante Hugo Unda (Defensa), José Macchiavello (Obras Públicas), Heinz Moeller (Relaciones Exteriores)  y Martín Insua (Trabajo).

Algunos acudieron con sus esposas, que aplaudieron emocionadas cuando apareció el ex mandatario.

Alberto Dahik, que hoy viaja a Quito para reunirse con antiguos partidarios, amigos y familiares, también llegó al aeropuerto. Según dijo, Noboa es un gran amigo suyo desde hace más de 25 años y estaba seguro de que si el ex presidente hubiera arribado antes que él al país, también habría ido a recibirlo.

Noboa llegó con barra propia. Desde el avión que lo trajo de República Dominicana descendió una joven que portaba un gran cartel que le daba la bienvenida.