Israelíes y palestinos rindieron homenaje el domingo, de distintas formas y por separado, al papa Juan Pablo II, saludando en él, a un "amigo" desaparecido que trabajó mucho por la paz en Tierra Santa y por el acercamiento entre religiones.
 
"Era un hombre de paz, un amigo del pueblo judío, que reconocía su singularidad y que trabajaba por la reconciliación entre los pueblos", declaró el domingo el primer ministro israelí, Ariel Sharon. "En nombre de Israel, quiero expresar mi pena y mis condolencias por la muerte del papa Juan Pablo II y deseo compartir el duelo de millones de cristianos", agregó.
 
A su vez, los palestinos saludaron en Juan Pablo II al Papa que tomó fuertes posiciones contra la ocupación de sus territorios y la construcción de un "muro" por Israel en Cisjordania, y que defendió sus derechos, en particular sobre Jerusalén.
 
"Hemos perdido a una figura religiosa muy importante que consagró su vida a (la defensa de) la paz y la justicia para todos", declaró el sábado el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abas.
 
Los israelíes saludaron en Juan Pablo II al Papa que estableció relaciones diplomáticas con el Estado hebreo, en diciembre de 1993, casi medio siglo después de su creación en 1948.
 
Los israelíes conservan un recuerdo emocionado de la visita del Papa en marzo del 2000 al Muro de los Lamentos en Jerusalén, lugar más sagrado del  judaísmo, donde pidió perdón a Dios por los sufrimientos de los judíos antes de dejar un mensaje entre los intersticios del muro, como lo hacen los judíos religiosos.
 
No olvidan que el Papa, que conoció en persona los horrores de la ocupación nazi en su país de origen, Polonia, nunca dejó de denunciar el antisemitismo.
 
Los dos grandes rabinos de Israel, el gran rabino sefardita Shlomo Amar y el gran rabino askenazi Yona Metzger, rindieron homenaje al Papa, así como los medios de comunicación, que dedicaron titulares sobre su muerte.
 
Juan Pablo II era un "amigo del pueblo judío", que "denunciaba sin descanso el antisemitismo y condenaba el terrorismo" en Oriente Medio, dijo el gran rabino Metzger.
 
"Israel, el pueblo judío y el mundo entero perdieron a un gran abogado de la reconciliación y de la fraternidad entre las religiones", declaró por su parte el ministro israelí de Relaciones exteriores, Sylvan Shalom.
 
Expresó la esperanza de que el sucesor del Papa difunto "seguirá la misma vía".
 
Al mismo tiempo, los palestinos recuerdan la visita del Papa en el 2000 al campo de Dheisheh, cerca de Belén (Cisjordania), donde hizo un llamado a la  ayuda internacional para los refugiados.
 
El movimiento radical islamista Hamas lamentó la desaparición de Juan Pablo II y presentó sus condolencias a la Iglesia católica.
 
"Recordamos su oposición a la ocupación israelí y a los crímenes contra los musulmanes y los cristianos en Palestina y esperamos que el nuevo Papa seguirá su camino", declaró el portavoz de Hamas, Sami Abu Zuhri.
 
El Papa "seguirá siendo para nosotros el peregrino de la paz. Habló de seguridad para el pueblo israelí y de los derechos legales del pueblo palestino, pidiendo sin cesar el fin la ocupación militar", recordó el patriarca latino, Monseñor Michel Sabbah, en su homilía dominical en Nazaret (norte de Israel), ante unos mil fieles.
 
La comunidad católica que dirige Monseñor Michel Sabbah incluye unas 100.000 personas en Israel y en los territorios palestinos, entre ellos griegos católicos de rito melkita, que son unos 4.500 en Jerusalén este, especialmente en el barrio cristiano de la ciudad vieja.
 
El monseñor Sabbah, primer patriarca latino de origen palestino, fue nombrado en 1987 bajo el pontificado de Juan Pablo II.