Las partículas de piel, como la caspa y las células muertas, y las bacterias y el polen, son factores de contaminación mucho más importantes de lo que se creía, reveló un estudio divulgado por la revista Science.
 
Esos elementos forman parte de los llamados “aerosoles” que desempeñan un papel crucial en el clima, señaló el estudio del científico Ruprecht Jaenicke, del Instituto para la Física de la Atmósfera de la Universidad de Mainz, en Alemania.
 
Hasta ahora se había considerado que los elementos causantes de la contaminación atmosférica eran el humo de las fábricas, los gases del escape de los vehículos motorizados y las cenizas. Según los expertos, también el polvo, la sal y fenómenos geológicos como las erupciones, podían producir “aerosoles”.