Según el parte policial sobre su captura, el narcotraficante fue detenido por indocumentado.

El nombre del colombiano Wenceslao Caicedo Mosquera, considerado por la Policía de su país como uno de los mayores traficantes de drogas del litoral del Pacífico, era extraño en Ecuador hasta el 24 de marzo pasado, cuando fue capturado por agentes antinarcóticos de la Policía Nacional y deportado al día siguiente a su país.

Ocurrió a las 14h45, en la vía Manta-Rocafuerte, cuando los policías Paulo César Ibarra Yapu y Fabián Carrasco, junto a miembros del Grupo de Intervención y Rescate (GIR), realizaban un control migratorio en la zona.

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Caicedo, conocido con los alias de W o El Señor de la Motosierra y acusado de tráfico de drogas y varios crímenes, iba en un vehículo Hyundai, modelo Santa Fe rojo, con sus cuatro hijos menores de edad y sus compatriotas Jaime Alberto Mejía Blandón, Jazmín del Pilar Montaño Vallecilla, Ana Dolores Cuesta Quiñónez, María Ximena Vallecilla Marquínez y Hernando Potosí Henao.

Los oficiales los detuvieron y les pidieron sus identificaciones, pero “no poseían ningún documento que certifique su identidad, nacionalidad, ni el motivo de su permanencia legal en el país”, dice el parte policial firmado por el teniente Bayardo Albán Moreta.

Potosí presentó a los agentes su cédula y pasado judicial de Colombia y una tarjeta andina de turista, pero cuando se le preguntó sobre sus actividades en Ecuador –sostiene el documento–, dijo que “estaba vendiendo mercadería”, por lo que también fue detenido por mal uso de su visa.

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Luego de su aprehensión, los colombianos fueron trasladados hasta Portoviejo para presentarlos ante el intendente de Policía de Manabí, Jorge Marconi Cevallos Zambrano, escuchar sus alegatos sobre su situación migratoria en Ecuador y deportarlos inmediatamente a su país.

La razón: la Policía de Colombia buscaba a El Señor de la Motosierra y a su familia por liderar una banda de narcotraficantes considerada extremadamente peligrosa.

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En la carta de la audiencia realizada ese mismo día, Caicedo dice: “Ingresé al Ecuador el lunes 21 de marzo por San Lorenzo (Esmeraldas). Llegué solo, ya que mi familia había venido antes a pasear. Vine también a comprar unas redes de barcos. El miércoles 23 de marzo a las 11h30, mientras disfrutaba con mi familia de la playa, el vehículo alquilado en el que viajaba fue violentado en sus seguridades y se llevaron mis documentos, 800 dólares, cédula, pasado judicial y tarjetas andinas. La mía tenía validez de 15 días”.

Pese a esta aseveración, el general Rodrigo Heredia, director nacional Antinarcóticos, dijo que sus similares colombianos le alertaron de su presencia en el país hace dos meses y que lo tenían ubicado en Manta.

“Ya lo teníamos localizado. Incluso hay fotos de él tomadas en un centro comercial de esa ciudad y solo esperábamos ver qué hacía para sorprenderlo”, expresa.

Quienes trabajan en astilleros y en las playas del puerto y que no se identificaron por temor, dicen haberlo visto dos veces entre el 21 y 24 de marzo con la intención de comprar barcos de pesca artesanal, cotizados en el mercado en 40.000 dólares cada uno.

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Miembros de organizaciones de pescadores artesanales manifiestan que el negocio de compraventa de barcos artesanales utilizados para el transporte de gasolina, precursores químicos, drogas y migrantes ha crecido en los últimos dos años, por lo que presumen que Caicedo vino para armar una flota de barcos y llevárselos a Esmeraldas.

En esta provincia, dicen, la construcción de laboratorios y el tráfico de estupefacientes hacia México y EE.UU. se facilita por lo irregular de su geografía.

Esteros y ríos que dan al mar son las rutas que siguen las denominadas lanchas rápidas, de propiedad de Caicedo, las que interceptan a 600 u 800 millas de la costa a los barcos que salen de Manta, sacan la mercancía para llevarla a los laboratorios y lo regresan con pesca o vacío al puerto (ver infografía).

El teniente de navío Jorge López, ayudante de la Capitanía del Puerto de Manta, indica que en sus registros de dueños de barcos no consta el nombre de Caicedo, ni se han inscrito a nuevos propietarios en lo que va del año.

En el acta de la audiencia, El Señor de la Motosierra asegura que compró un terreno en el sector de Manta Beach y que pagó un anticipo de mil dólares, aunque no hay registros sobre esta transacción.

La suerte de Caicedo se la decidirá en Bogotá o en EE.UU., país donde también tiene un proceso por narcotráfico.