Al volante de su nuevo monoplaza Ferrari F2005, Michael Schumacher espera volver a los primeros puestos en el Gran Premio de Bahrein, tercera prueba del Campeonato del mundo de Fórmula 1, en este circuito del medio del desierto donde la arena puede estropear cualquier joya mecánica.
 
Para la primera edición de ese Gran Premio, el año pasado, Ferrari había conseguido el segundo doblete de la temporada, Schumacher ganaba su tercera prueba consecutiva tras haber logrado la "pole position" y la mejor vuelta en carrera.
 
Pero este año la escudería "patrón" parece ser Renault, al frente del  Campeonato de constructores con 26 puntos, y ya no la del "Cavallino rampante".
 
Los pilotos de Renault Giancarlo Fisichella y Fernando Alonso ganaron los dos primeros Grandes Premios de la temporada, y están en plena confianza, persuadidos de pertenecer al equipo "más competitivo del momento", según  Fisichella.
 
Con respecto del F2005, no le quita el sueño: "la nueva Ferrari será más rápida que la anterior, pero no sé cual será su margen de progresión, y espero que seamos mejores nuevamente", dijo Fisichella este jueves, en víspera de los  primeros ensayos libres.
 
"El R25 (de Renault) fue competitivo en cada tipo de circuito durante los ensayos invernales al igual que en carrera, lo que quiere decir en trazados muy variables.

Es un monoplaza bien equilibrado, fácil de conducir y bastante indulgente con los neumáticos. Estoy seguro que todas esas cualidades nos  pueden permitir realizar una buena operación en Bahrein", dijo confiado el  italiano.

Generalmente apreciado por los pilotos, el trazado de Sakhir, bajo un sol  de plomo, produce grandes aceleraciones, al punto que los motores "pasan el 62%  de cada vuelta a pleno régimen", según afirmó el ingeniero de carrera para  motores de Alonso, Rémi Taffin.
 
El circuito también provoca frenadas violentas, prácticamente sin una gran curva rápida. "Hay que regular poco apoyo (aerodinámico), lo que hace un monoplaza nervioso en las frenadas", recalcó Alonso.
 
Según el español, al frente del Campeonato de pilotos (16 puntos), para ganar el domingo habrá que "disponer de una buena estabilidad de frenado para evitar bloquear las ruedas, una buena adherencia mecánica y un motor poderoso".
 
Un equilibrio bastante difícil de encontrar, sobre todo porque las escuderías limitarán a un mínimo estricto las salidas para ensayos libres... salvo McLaren-Mercedes que utilizará su tercer auto el viernes.
 
En efecto, la arena puede en todo momento barrer la pista, e infiltrarse en  los motores con las consabidas catastróficas consecuencias.
 
Igualmente los filtros de aire serán estudiados en particular y adaptados a  la especificidad de este circuito en el desierto.
 
En McLaren-Mercedes no podrán contar con el colombiano Juan Pablo Montoya  que se lesionó un hombro jugando al tenis.
 
El colombiano, sobre el cual Ron Denis tiene fundadas muchas esperanzas,  razón por la cual lo había contratado de su rival de Williams-BMW temprano la  temporada pasada, será remplazado por el español Pedro de la Rosa.
 
Pero al margen de Renault, y seguramente también de Ferrari, McLaren-Mercedes tendrá en su camino a los Toyota y los Red Bull-Cosworth alentados por este excelente comienzo de temporada.
 
"Luego del fabuloso resultado en Malasia, venimos a Bahrein con mayor esperanza. Estoy tercero en el Campeonato de pilotos (8 puntos) y Toyota segundo, con 12 puntos en los constructores, entonces veamos si podemos consolidar nuestras posiciones con algunos puntos suplementarios", dijo Jarno Trulli que logró para Toyota el primer podio en más de tres temporadas, al  terminar segundo en Sepang.
 

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