Para muchos ecuatorianos en España, cierto tipo de noticias cada día nos obliga a buscar, al menos, la doble nacionalidad.

El ministro de Relaciones Exteriores, Patricio Zuquilanda, una vez más sorprendió a la opinión pública. Afirmó que “ha llegado el momento de la vuelta de los emigrantes ecuatorianos”.

Abordó también el tema de la inmigración hacia Ecuador. Hay 600 mil extranjeros en el país, de los cuales 75 mil provienen de Perú, y 400 mil de Colombia, afirmó. Personas que llegan a disfrutar de la bonanza y paz de Ecuador, razones más que suficientes según Zuquilanda, para no emigrar de este ‘paraíso’ (en el que el desempleo durante el actual Gobierno subió del 8% a más del 11%, el salario mínimo cubre apenas el 60% de la canasta básica, gran parte del aparato productivo está al borde de la recesión, y en el que la violación de la Constitución es la norma).

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Contó, entre otras perlas, que su madre es propietaria de una hacienda y contrata a seis de esos inmigrantes de Colombia, seguramente llegados sin papeles, pues le resultan más baratos que los ecuatorianos a quienes les pagaba como ‘paleadores’ $ 120 al mes; en tanto que a los trabajadores del norte les paga entre $ 70 y $ 75; y a más de eso reconoció otras ventajas: no les paga seguros y no hacen problemas sindicales.

No es posible que el Ministro haga alarde de la explotación, cuando acá nos desvelamos buscando que las autoridades de España brinden garantías a los trabajadores inmigrantes. En lugar de decir eso debería interceder para que quiten las trabas y se regularice a nuestros compatriotas, o proponer un nuevo acuerdo entre Ecuador y España en vista de que el firmado por Heinz Moeller es un fracaso.

Con sus declaraciones no demuestra autoridad moral para pedir que recibamos buen trato de la población española, y sobre todo derechos que nos son negados.

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En su visita a Madrid el 9 de marzo, al terminar la inauguración del consulado, mientras el Ministro y los invitados disfrutaban de un vino y se tomaban fotos, varios inmigrantes le entregamos una carta sobre  el descontento de la mayoría de ecuatorianos residentes en España.

Entre nuestras demandas están exigir: respuesta oficial sobre el incumplimiento de la venida de las brigadas ecuatorianas para darnos el récord policial en territorio español; la eliminación o modificación de todos los entes burocráticos creados en Ecuador en nombre de nosotros, los inmigrantes, y que no responden a nuestras necesidades; que ese presupuesto gastado por el Estado en mantener esas ineficientes instituciones se redireccione hacia entes que nos atienden en los países que residimos; que en todos los consulados nombren vicecónsules remunerados ya que los honoríficos no atienden trámites urgentes; que la Defensoría del Pueblo atienda en instalaciones propias y con calidad profesional y humana; que el cambio que se ha dado en el consulado en Madrid, sea el inicio del cambio que gran falta hace en otros consulados de Ecuador en España.

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Walter Vivanco Torres
Madrid, España