La Cámara de Senadores del Congreso de Bolivia inició ayer el debate del controvertido proyecto de la nueva Ley de Hidrocarburos del país, que   aprobaron los parlamentarios.

Del Senado saldrá una ley que deberá ser promulgada por el presidente boliviano, Carlos Mesa, y que es vigilada por sectores sociales y sindicales, que amenazan con protestas si se modifica el texto sancionado.

El proyecto de reforma petrolera aplica impuestos de hasta el 50% a la producción y la exigencia de cambio obligatorio de los contratos en vigencia desde 1996, entre otras modificaciones, que son rechazadas por Mesa.

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El gobierno de Bolivia discrepó ayer de los consorcios extranjeros acerca de la propiedad de los hidrocarburos y afirmó que  dicho recurso natural es de dominio del Estado, según el ministro del ramo,  Guillermo Torres.