Documentos oficiales demuestran que la Policía Federal (FBI) escoltó la partida de EE.UU. de influyentes sauditas, incluidos miembros de la familia Ben Laden, tras los  atentados del 11 de septiembre del 2001, cuyos autores tenían esa nacionalidad, informó ayer The New York Times.

Esas acusaciones fueron difundidas, entre otros, por el realizador Michael  Moore en su documental Fahrenheit 9/11.