Dos sunitas competían este lunes por la presidencia de la Asamblea Nacional Iraquí, que debe reunirse por segunda vez el martes, mientras que al menos doce iraquíes murieron en el país y que continuaban las negociaciones para la formación del gobierno.
 
"El martes vamos a escoger al presidente del parlamento y a sus dos  vicepresidentes, pero en cuanto a la formación del gobierno y del Consejo  presidencial, habrá que esperar algunos días más. Estamos dándole los últimos  toques", afirmó a la AFP el ministro saliente de Relaciones Exteriores, Hoshyar  Zebari, miembro del equipo de negociadores kurdos que intenta lograr un acuerdo  sobre la formación de un gobierno con la lista de la Alianza Unificada Iraquí  (AUI), apoyada por el clero chiíta.
 
Principal grupo parlamentario con 146 de los 275 escaños del Parlamento, la  AUI presenta la candidatura de un jefe tribal sunita, Fawaz al-Jarba, 49 años,  elegido de su lista para la presidencia del Parlamento.
 
Originario de Rabiah, localidad fronteriza con Siria, en el noroeste de Iraq, Jarba es primo del jefe de Estado saliente Ghazi al-Yauar, y pertenece, como él, a la potente tribu de los Chammar.
 
Pero su pertenencia a la AUI no gusta a los kurdos, los cuales preferirían ver "una personalidad sunita independiente" a la cabeza del Parlamento, "si queremos un gobierno de unidad nacional", tal como asegura Zebari.
 
Frenta a Jarba, la lista kurda, con 77 escaños, tiene varios candidatos sunitas, entre ellos el ministro de Industria saliente Hajem al-Hassani, indicó otro negociador kurdo.
 
Ex portavoz del partido islámico, cercano a los Hermanos Musulmanes, Hassani es uno de los cinco representantes de la lista Iraquiyun, conducida por el presidente Yauar.
 
Por otra parte, según un negociador chiíta, uno de los dos vicepresidentes del Parlamento será kurdo y el otro chiíta, probablemente Hussein Charastani, 63 años, un experto nuclear encarcelado durante 10 años por Saddam Hussein.
 
Paralelamente, continúan las negociaciones entre kurdos y chiítas para la  formación del ejecutivo.
 
Todas estas largas tratativas se llevan a cabo bajo un fondo de violencia:  al menos doce iraquíes murieron el lunes en ataques en Iraq, según fuentes  hospitalarias y policiales.
 
En Bagdad, un coronel de policía y su chofer fueron asesinados en la mañana  por desconocidos. El ataque fue reivindicado en internet por Al Qaeda.
 
En otro ataque en la capital murió un policía, según una fuente médica.
 
En Musayeb (60 km al sur de Bagdad), dos policías murieron en la explosión  de una bicicleta bomba, mientras que dos peregrinos chiítas fueron mortalmente  tiroteados cerca de Mahawil, 80 km al sur de Bagdad.
 
En Samarra, 125 km al norte de Bagdad, un hombre murió al acercarse a un  retén norteamericano-iraquí con su automóvil a gran velocidad.
 
En Balad, 70 km al norte de Bagdad, el ejército iraquí disparó contra un  vehículo sospechoso, matando a un pasajero. Además, un soldado iraquí murió cuando trataba de desactivar un artefacto explosivo al norte de Bagdad.