Sistemas de alarma y de vigilancia del mar, son parte de las acciones que se harán en esta parroquia.

Los pobladores de la parroquia Bajoalto de este cantón ya no quieren ser nuevamente sorprendidos por los embates de la naturaleza; se han organizado para actuar en casos de nuevos aguajes.

En una asamblea efectuada la semana pasada se creó el Comité de Emergencia de Bajoalto, integrado por residentes y afectados por el aguaje ocurrido el domingo 13 de este mes, en el que se derribaron cuatro viviendas junto al mar.

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El objetivo es garantizar la seguridad de moradores que habitan cerca de la playa, donde la mayoría no solo vive del turismo, sino también de la pesca como medio de subsistencia.

El comité está integrado por Antonio Ángel, Víctor Barrezueta y Yolanda Vivar, quienes estarán al frente de un plan de acciones en caso de darse un nuevo evento natural como el ocurrido el pasado 13 de marzo donde cinco casas quedaron destruidas por el aguaje.

La organización del comité y la agenda, estuvo a cargo de Mercedes Rey, promotora de la empresa Machala Power, que tiene su planta generadora de electricidad en Bajoalto, y realiza una intervención social en la comunidad.

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Según el cronograma emergente, Irlanda Cangá, que vive frente a la playa, será la encargada de dar la voz de alarma en caso de anomalías en el mar por marejada u oleaje.

En el domicilio de Vicente Peñafiel se colocará una sirena que será activada en caso de emergencia, y, de inmediato, el comité coordinará con las familias una evacuación hacia zonas alejadas del mar, como Bajoalto Nuevo, donde existe una escuela, la casa comunal y el centro de salud.

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Varias viviendas ubicadas atrás del muro de escollera han sido desalojadas y quedan solo los jefes de familia para faenar, pues es zona de llegada de los pescadores artesanales.

Además, durante el feriado de Semana Santa, se contó con la colaboración de personal de la Defensa Civil, Armada Nacional y Cuerpo de Bomberos, a fin de garantizar la seguridad de los visitantes.

La comunidad cuenta con cinco camionetas, ocho triciclos y cinco motos, cuyos propietarios afirmaron que los tendrán a disposición en caso de alguna emergencia.

En La Puntilla, a 5 kilómetros de Bajoalto, se construye un muro de contención con sacos de arena para evitar el ingreso del mar por un canal hacia el poblado.

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Otro grupo está encargado de construir tres pequeños puentes a lo largo de un muro existente, para evitar que este se debilite y ceda ante la acción del mar.

La Puntilla es un pequeño caserío de unas 50 familias de pescadores artesanales, ubicado  entre el mar y el estuario del río Chaguana.

LA POBLACIÓN

RÍOS
A pocos metros de Bajoalto, en La Puntilla, se encuentran las desembocaduras de los ríos Tenguel, Siete y Bajoalto, por lo que el sitio es proclive a inundaciones, según sus moradores.

LA PUNTILLA
Flor Llorena, presidenta de la comunidad La Puntilla, dice que este es un pueblo abandonado, que carece de servicios básicos como subcentro de salud y medios de transporte, pues poseen unas cuantas canoas que apenas les sirven para la pesca diaria.

EVACUACIÓN
En caso de emergencia, la evacuación deberá hacerse hacia el interior del continente por vía fluvial, ya sea por el río Chaguana para llegar a Tendales, o cruzando a la parroquia Tenguel, (provincia del Guayas).