Cuantificar los daños causados por el robo de luz, gas, agua, telecomunicaciones, petróleos y sus derivados, o cualquier servicio básico, no es fácil para las autoridades, sin embargo, se estima que podrían alcanzar los 1.000 millones de dólares anuales.

Solo en agua, consideró la Asociación de Empresas Municipales, las pérdidas superan  holgadamente los 500 millones de dólares.

En electricidad, los robos representan más de 100 millones al año; en telefonía, sobre los 35 millones; en petróleo, unos 10 millones; y en gas, cerca de 300 millones de dólares.

Publicidad

Frente al perjuicio económico, el Gobierno planteó las reformas al Código Penal, dentro de la Ley Orgánica de Racionalización Económica. El único fin: conseguir que los consumidores paguen el servicio utilizado, tengan acometidas legales y generen una cultura de ahorro.