Ciento cinco días después de que los diputados del Prian votaron para elegir la nueva Corte Suprema de Justicia, el partido de Álvaro Noboa se sumó a la oposición y rechazó la terna para fiscal que tenía el visto bueno del Ejecutivo.

La última carta del Gobierno fue el sorpresivo decreto de feriado anticipado por Semana Santa –que duró tres horas–, pero finalmente no consiguió que Jorge López (primero de la terna remitida al Congreso) asuma por el Ministerio de la ley el cargo de Fiscal General.

El próximo escenario es el Tribunal Constitucional en el que se discutirá la validez de la devolución de la terna resuelta por el Congreso. Este tema mereció que el propio Álvaro Noboa, quien defendió la permanencia de Lucio Gutiérrez ante el juicio político planteado por el PSC en noviembre del 2004, el miércoles 23 de marzo solicitara su renuncia “por su inoperancia demostrada en la economía”. También indicó que sus diputados rechazaron la terna porque “Gutiérrez quería tener un guardaespaldas como fiscal” del Estado.

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Según el hermano del presidente, Gilmar Gutiérrez, la votación del Prian se debe al cobro de los impuestos a las empresas de Noboa. El 18 de marzo, el Servicio de Rentas Internas clausuró las instalaciones de la empresa Elcafé, situadas en Manta. Y el mismo día que el Congreso devolvía la terna de fiscal, el SRI informó que investiga a cinco empresas más de Noboa. Las coincidencias no quedan allí: el 24 de marzo, el Tribunal Supremo Electoral, presidido por Wilson Sánchez, del Prian, reactivó las denuncias por aportes económicos extranjeros que habría recibido el partido del Presidente, Sociedad Patriótica, en la campaña del 2002.

Para el ex presidente y diputado del PSC, León Febres-Cordero, todo se debe “a que el gobierno de Gutiérrez no le dio todo lo que pedía Noboa y posiblemente sea de lado y lado. Ese fue un entendimiento en función de intereses particulares”.