Todos los días, a cada hora y por todos los canales de televisión, vemos el ofrecimiento de innumerables premios como viajes, casas, autos, electrodomésticos, con el simple hecho de enviar un mensaje por celular a un determinado número.

¿Esos sorteos o rifas los hacen en favor de alguna institución o beneficencia? No, simplemente para ganar dinero, y  el pueblo sin entender el fin gasta sin control en eso.
Sin temor a equivocarme, serían más de 20 los sorteos que se promocionan a través de telenovelas, programas en vivo, y hasta en noticieros.

Debería existir algún tipo de control, pues el valor de cada mensaje enviado es alrededor de 50 centavos de dólar. ¿Cuántos mensajes reciben? ¿Cuál es el costo del bien o servicio por rifar? ¿Cómo uno está seguro de haber entrado al concurso?
¿Cómo eligen al ganador? ¿Se premia realmente al ganador? ¿Existe presencia de notario público en el momento del sorteo?

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En estos mensajes cobran hasta impuestos (IVA), ¿declararán realmente lo recaudado? ¿Cómo controla el Servicio de Rentas Internas si no hay una nota, boleta o factura emitida por mensaje enviado?

Ninguna de estas preguntas son contestadas realmente por los que organizan esos sorteos.

Gabriel Isaac Cassis Velásquez
Guayaquil