Los paramédicos del Cuerpo de Bomberos atendieron ayer a Ginger Tigua, de 17 de años, a quien se le bajó la presión durante el recorrido. La niña Cristina Mosquera (10) sufrió un desmayo al final de la caminata.

Mientras, Katia Yagual aprovechó la procesión para recaudar unos cuantos dólares para la matrícula de su hija, con el alquiler del baño de su casa, a solo 15 centavos de dólar. En media hora atendió a 20 personas.