La oposición de Kirguizistán, un día después de tomar el poder con un rápido golpe en este estado ex soviético, nombró ayer a un nuevo presidente en funciones y obtuvo el respaldo casi inmediato –y vital– por parte de Rusia.

El líder de la oposición, Kurmanbek Bakiev, quien jugó un papel central en la revuelta, dijo que él había sido designado como presidente en funciones.

El derrocado presidente de Kirguizistán, Askar Akayev, calificó de “golpe de estado anticonstitucional” la rebelión popular que lo apartó del poder y desmintió haber firmado su dimisión.

Publicidad

Kirguizistán es la tercera ex república soviética en dos años, después de Georgia y Ucrania, donde revueltas populares tras reñidas elecciones remueven al gobierno.

Pero es la única donde las protestas alcanzaron ribetes violentos y también la única donde la oposición que llegó al poder rápidamente obtuvo el apoyo de Moscú, que alguna vez dominara la región.

Y, a diferencia de los nuevos líderes de Georgia y Ucrania, que han irritado a Moscú, la oposición kirguís no ha mostrado interés en dirigirse hacia Occidente y alejarse de la influencia rusa.

Publicidad

A la espera
Instruida por la dolorosa experiencia ucraniana,  Rusia evitó cualquier movimiento brusco en Kirguizistán, para mantener buenas relaciones con el nuevo poder y conservar su influencia en Asia Central frente a EE.UU.

El presidente ruso Vladimir Putin condenó  ayer “la manera ilegítima” con la que se solucionó la  crisis en Kirguizistán, y se declaró dispuesto a recibir en Rusia al derrocado Askar Akayev. Sin embargo, al mismo tiempo Putin dijo que esperaba mantener relaciones  “positivas” con el nuevo poder.

Publicidad

La prioridad para el Kremlin ahora es impedir que la teoría del dominó se  aplique a Asia Central, donde Rusia mantenía un bloque  compacto de regímenes fieles.

EE.UU. no decidió aún si reconocerá al nuevo líder interino de Kirguizistán o al depuesto mandatario que desea retomar el poder, indicó un funcionario del Departamento de Estado.

“Estamos en contacto con otros países, entre ellos Rusia, para ayudar a estabilizar  Kirguizistán”, dijo la fuente.

Rusia y EE.UU. tienen bases militares en Kirguizistán para combatir el islamismo.

Publicidad

Revuelta

Exilio
El derrocado presidente kirguís, Askar Akayev, abandonó ayer Kazajistán, donde se había refugiado con su familia, y se supone que vuela a Rusia, dijeron a la agencia rusa Interfax “fuentes informadas” kazakas.

Saqueos
Las nuevas autoridades de Kirguizistán decretaron ayer
el toque de queda en la capital, Bishkek, para frenar los desórdenes y saqueos que la noche del jueves se saldaron con al menos tres muertos y centenares de heridos.

Elecciones
El mandatario interino de Kirguizistán nombró ayer a cuatro ministros y un procurador general para llenar el vacío de poder ocasionado por el derrocamiento del presidente Askar Akayev, dijo un vocero parlamentario.

El nuevo gobierno interino convocó a elecciones presidenciales para el junio próximo.