La devoción hacia el Cristo del Consuelo se manifiesta en las miles de personas que acuden a la tradicional procesión del Viernes Santo. Este Diario recoge las versiones de tres personas que aseguran haber recibido favores de Él y que participarán en la peregrinación de hoy.

‘Cargué su imagen por diez años’
El Cristo del Consuelo es el refugio de Vicente Carpio Díaz, de 67 años. Ayudó a cargar su imagen durante diez años, en las procesiones del Viernes Santo, y todas las semanas acude de cinco a veinte minutos a la iglesia para rezar ante Él.

“Cada vez que estoy frente a Él (imagen del Cristo del Consuelo) me da alegría. Es como si me olvidara de las preocupaciones y entablara una conversación privada con un amigo.

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“Me sentí más contento cuando pude cargarlo en la procesión. Era como si yo también estuviera participando de su agonía.

“Caminé con la imagen sobre el hombro por diez años seguidos. Luego, la edad se me vino encima y mis músculos ya no aguantaban mucho peso como cuando era joven.

“La última vez que colaboré, se me perdió la billetera en ese abultamiento de gente; pero el milagro de ese día fue que un vecino me la regresó ya que se me había caído en la calle.

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“Ahora, desde hace unos cinco años, llevo velas para acompañar al Señor en el Viernes Santo. Voy con mis libros de oración y velas y empiezo a rezarle y pedirle para que siempre me dé una vida tranquila”.

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