La empresa fabricante de neumáticos Bridgestone asumió la culpa por el mal inicio de la escudería italiana Ferrari en la temporada 2005 de la F1.  El campeón del mundo, Michael Schumacher, al volante del modelo 2004, abandonó en el Gran Premio de Australia que dio inicio al campeonato mundial, y fue séptimo en el Gran Premio de Malasia del domingo. El director deportivo de Bridgestone, Hirohide Hamashima, dijo que “la culpa es de los neumáticos”.