De la matanza de Columbine, Colorado, en 1999, a la de Red Lake, Minnesota este lunes, la violencia en las escuelas estadounidenses no ha disminuido y en lo que va del año en curso ya van 30 muertos.

Los establecimientos escolares carecen de fondos para detectar a los alumnos más violentos, que muchas veces disponen de armas en su propia casa, según expertos.

Si bien los 12 muertos y 23 heridos del liceo Columbine de Littleton, Colorado marcaron a la sociedad, “el paso del tiempo hace que la  gente esté menos alerta”, indicó el presidente de la empresa National School Safety and Security Services, Kenneth Trump.

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“En los últimos años los  presupuestos de seguridad de las escuelas fueron disminuidos, y la legislación estadounidense sobre venta de armas no tuvo cambios sustanciales después de 1999, afirmó Trump, experto en seguridad escolar.

Los incidentes escolares con armas de fuego son mayores en zonas rurales marcadas por la pobreza.

En la reserva indígena de Red Lake, Minnesota,  el 40% de  la población es pobre, el nivel más alto entre todas las  reservas de la región.

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Una estudiante, Sondra Hegstrom, señaló al diario The Pioneer de Minneápolis, que oyó el drama desde un salón de clase contiguo.

“Oí a una chica decir ‘No Jeff. ¡Vete, Vete! Déjame... ¿por qué haces esto?  Bum, bum, bum, y ya no se oyeron más súplicas”, relató.

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El periódico cita a otro estudiante que afirma que el asesino apuntó a un compañero, cambió de idea, sonrió, blandió su arma y mató a otro.

La profesora Diane Schwanz declaró que el estudiante trató de entrar a su salón de clase. “Me tiré al suelo y llamé a la policía, todavía no  lo puedo creer”, afirmó.

Autoridades y medios locales afirman que el adolescente mató primero a  su abuelo -oficial de policía y de quien habría obtenido las armas- y luego a una mujer que se cree era la pareja de su abuelo, antes de dirigirse al liceo, llevando al menos un rifle y una pistola.

Al llegar al centro de estudios ultimó al guardia de la entrada, a cinco estudiantes y a una  profesora; e hirió a otras 12 personas, antes de suicidarse en un aula.

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