Casi diez días después de salir de un hospital romano, el papa Juan Pablo II continúa limitando sus presentaciones públicas, indicio de que su recuperación de una traqueotomía, realizada para aliviarle una crisis respiratoria, es más lenta de lo que se esperaba.
Pero el principal médico que lo atiende, ante las insinuaciones de la prensa italiana de que la salud del Papa se había deteriorado de pronto, excluyó toda posibilidad de que sea hospitalizado de nuevo.
No se planea hospitalizar a Juan Pablo II, dijo el doctor Rodolfo Proietti, según una agencia noticiosa italiana.
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El Vaticano confirmó ayer que el Pontífice no sostendrá su tradicional audiencia de los miércoles, aunque no se pudo determinar si saludará a los peregrinos desde la ventana de su apartamento vaticano.
Juan Pablo ha reducido sus actividades desde su hospitalización y ha designado a varios cardenales para que ocupen su lugar durante las ceremonias de Semana Santa. El Vaticano solo confirmó una actividad pontificia: la bendición pública del Domingo de Resurrección.
Sin embargo, el Papa, de 84 años, no ha nombrado a un sustituto para el vía crucis del Viernes Santo, que atraviesa el Coliseo romano, planteando así la posibilidad de que participe de alguna manera en la ceremonia, aunque parece dudoso que pueda acudir a ese lugar.
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Funcionarios de la televisión vaticana manifestaron que han instalado cables y otros equipos en el apartamento del Pontífice junto a la plaza de San Pedro, para la posible transmisión de imágenes televisivas a los fieles congregados en el coliseo.