Opositores armados con palos y bombas molotov tomaron ayer la segunda ciudad de Kirguizistán, mientras en el sur del país crecían los disturbios por grupos que quieren la renuncia del presidente Askar Akayev.

En Kirguizistán, al igual que Ucrania y Georgia, también ex repúblicas soviéticas, se denunció un fraude electoral.