La familiaridad de Oswaldo Gallo con los conflictos legales data de mucho antes de lo que sugieren sus paseos por las oficinas de la Corte Suprema de Justicia (CSJ), de la cual se ha convertido en el principal defensor como dirigente del movimiento Cero Corrupción.

Su trajinar por las instituciones de justicia se remonta a su época de militante del Frente de Lucha Popular, una organización con sede en Santo Domingo de los Colorados, fundada y dirigida bajo el lema “Tierra para los pobres”,  por su hermano mayor, Ramiro Gallo, quien fue alcalde de esa ciudad (1992-1996) y murió asesinado el 28 de febrero del 2003.

Oswaldo Gallo también fue el mediador en la disputa que sostuvo su hermano con Santiago Bucaram, cuando este último aspiraba a la Alcaldía de Santo Domingo en el 2000, postulación que no prosperó por antirreglamentaria.

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Cero Corrupción respalda a la CSJ enfrentándose con quienes la critican, como Participación Ciudadana.

Cero Corrupción, según Gallo, nació hace tres meses por iniciativa de 100 dirigentes sociales de todo el país, quienes miraron con agrado el nombramiento de la CSJ por el Congreso Nacional, mediante una resolución del 8 de diciembre del 2004.

El dirigente sostiene que la defensa de la CSJ y del gobierno de Lucio Gutiérrez son los principales motivos de su aparición pública, pero niega que tenga vinculación directa con el Mandatario ni con el partido Sociedad Patriótica y que su relación con el PRE se limita a su vieja amistad con Santiago y Abdalá Bucaram.

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No obstante, ayer se conoció que el presidente de la CSJ, Guillermo Castro Dáger, y el magistrado Ernesto Velásquez enviaron a Gallo dos cartas de agradecimiento por la defensa de esa institución. Gallo admite que recibió esas comunicaciones, con fechas 17 y 19 de enero de 2005,  pero afirma que no fue a título personal sino del movimiento.

Respecto de la presunta inclusión de esas cartas como argumentos a su favor en un proceso que afronta por injurias, Gallo dice que consultará con sus abogados para aclarar el caso.

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Gallo  admite haber tenido problemas jurídicos en Santo Domingo. Uno de ellos fue una acusación de haber causado la muerte de varias personas en un accidente de tránsito provocado por la ebriedad del conductor. El dirigente no niega haber estado en el vehículo, pero dice que fue sobreseído porque él no conducía.

Relata haber tenido cinco juicios en su contra por acusación de tráfico de tierras, pero señala que de ellos salió airoso y que todo se debió a represalias políticas contra su hermano Ramiro.

Hace cuatro años, Gallo vive en Quito y atiende en un despacho en la calle Santa Prisca (sector de La Alameda), adonde acuden militantes de su movimiento, entre ellos, dirigentes pesqueros de las islas Galápagos. Tiene dos guardaespaldas que interrogan secamente a quienes quieren hablar con su jefe.

Pobladores del sector Marianitas, al norte de Quito, lo acusaron de haberles vendido terrenos fraudulentamente, pero Gallo dice que lo único que hizo fue intervenir para resolver una disputa legal en la Cooperativa El Belén.

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Ahora espera fortalecer su movimiento y consolidarse a sí mismo como figura política para regresar a Santo Domingo con la bandera de la provincialización de ese cantón y a tomar el control y manejo del proyecto Toachi-Pilatón, que hace dos semanas pasó del Consejo Provincial de Pichincha al Gobierno.