El técnico uruguayo de Paraguay, Aníbal Maño   Ruiz, dijo el lunes que no quiere dejar nada librado al azar y admitió que, previendo un clima hostil, envió dos adelantados a Quito para organizar el tema de seguridad antes del crucial partido del 27 de marzo por las eliminatorias  sudamericanas.
 
"Estamos cuidando los mínimos detalles en cuanto al sistema de seguridad", dijo Ruiz en declaraciones a la prensa local.
 
Dos emisarios de la Asociación Paraguaya de Fútbol (APF) viajaron el pasado fin de semana a Quito para ese menester: el dirigente Marcos Cáner y un funcionario de seguridad.
 
Ambos gestionarán un sistema de alta seguridad a la policía ecuatoriana y la selección reforzará sus desplazamientos con custodios que viajarán con la delegación desde Asunción.
 
Dirigentes de la APF comentaron que el público ecuatoriano "suele mostrarse hostil" y recordaron el clima que se vivió en ocasión del anterior partido por las eliminatorias para el Mundial de Corea del Sur Japón-2002.
 
Aquella experiencia fue determinante para fijar a Lima como escala previa a Quito y no Guayaquil como estaba previsto en principio.
 
Los albirrojos guaraníes se instalarán en Quito un día antes del compromiso.
 
El lunes comenzaron a arribar los repatriados para ese partido, entre ellos el defensa y capitán Carlos Gamarra (Inter de Milán), el centrocampista Carlos Humberto Paredes (Reggina), el delantero Nelson Haedo Valdez (Werder Bremen, Alemania) y los mediocampistas Edgar Barreto (NEC Nimega de Holanda) y Diego Gavilan (Inter de Porto Alegre).