Un supuesto grupo insurgente atraviesa uno de los parajes de la frontera norte.
Caminan armados y en fila, uno de ellos enciende un cigarrillo. Son vigilados desde la vegetación por miembros de la Brigada de Infantería Nº 13 Pichincha.

De repente el oficial al mando da la orden de fuego para eliminarlos. La respuesta de sus hombres tarda y entonces vuelve a gritar ¡Fuegooo! Enseguida se escuchan las ráfagas. Los insurgentes caen heridos o muertos y seguidamente los militares los revisan para retirarles las armas.

Lo sucedido es un simulacro, un ejercicio táctico que realizaron, del 14 al 18 de este mes, los 969 hombres de la brigada a cargo del coronel Marcelo Gaibor, para estar preparados para la defensa interna en contra de la guerrilla.

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Control
Gaibor descartó que actualmente existan incursiones guerrilleras desde Colombia en Pichincha, Imbabura, Carchi o en La Bonita, cabecera cantonal  de Sucumbíos, donde trabaja la brigada, aunque las noticias del ingreso en clínicas de Quito de guerrilleros heridos, o el apresamiento de Simón Trinidad, parecen haber alertado al Ejército.

Según Ramón Enríquez, jefe del Batallón 39 en Carchi, en su provincia los cuatreros y los bandoleros cometen asaltos y robos regularmente y se han reportado dos secuestros en lo que va del año. En este sentido, el Ejército trabaja conjuntamente con la Policía en la requisa de armas.

La presencia militar genera reacciones variadas en la población. María Oliva Zambrano ha vivido 19 años en Urbina, y cuenta que nunca ha escuchado sobre la guerrilla y que pocas personas visitan su población.

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Mónica Murillo, docente de la escuela Ciudad de Atuntaqui, en Urbina, asegura que no es necesario que lleguen los soldados, pues su pueblo vive en paz.

En la hacienda San Juan, de Urcuquí, su administrador, Salomón Amador, comentó que la presencia militar es positiva para la seguridad. Para Amador, el nuevo acceso de Colombia al país, que es la vía Ibarra-San Lorenzo, no cuenta con control.  Amador cedió por 84 horas la hacienda San Juan, pues ese fue el puesto de mando, durante el ejercicio.

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Necesidades

Migración
En la Estación Carchi hay 450 personas. Casi la mayoría son ancianos o niños de color. Los jóvenes han emigrado en busca de una mejor situación económica.

Enfermedades
En este pueblo, ubicado al norte del río Mira (Carchi), la población tiene poliparasitosis, hongos, infecciones, entre otras enfermedades. Por ello una brigada del cuerpo médico de Pichincha los visitó este mes para examinarlos.

Convivencia
Al anochecer, en la hacienda San Juan, mientras los soldados se sirven su rancho, cuentan sus viejas historias sobre el Cenepa y las reflexiones de los oficiales.