Planteles de zona suburbana tienen múltiples necesidades y no reciben apoyo gubernamental.

Mariana Hungría es la conserje de la escuela fiscal mixta Nº 209 1 de Junio. Ella sostiene que su preocupación por el descuido de las autoridades seccionales y nacionales de educación dura los 365 días del año, “porque en el invierno se enferman mi marido y mis hijos, mientras que en verano les toca a muchos chicos que estudian aquí”.

Las condiciones en que dicho establecimiento se encuentra para el nuevo año lectivo que iniciará el próximo 4 de abril probablemente harán que los pequeños contraigan rápidamente dengue o paludismo, añade la señora.

Publicidad

Algunos de los problemas de la escuela 1 de Junio son falta de bancas; techos, puertas y juegos infantiles deteriorados; grietas en el piso y un canal de agua –que conduce a la calle– con gusarapos.

Esa situación es parecida a la de la mayoría de centros educativos fiscales de los sectores urbano marginales.

Harry Medina, presidente del Comité de Padres de Familia de la escuela fiscal mixta Alfredo Barandearán, comenta que hace un año se unió a los alumnos de primer año de básica con los de segundo, “debido a que el techo del aula de primero se destruyó y los pupitres ya no valían”. Agrega que no cuentan con agua potable, luz y espacios de recreación, y algunos tumbados tienen huecos.

Publicidad

La escuela fiscal mixta Janeth Toral también carece de recursos para dar una nueva enseñanza a los niños que viven en la precooperativa del mismo nombre, a un costado de la vía Perimetral.

Ese establecimiento, situado en una loma, tiene un cerramiento de caña con un techo agujereado por doquier, de zinc y plástico, y su piso es lodoso. Las aulas están divididas por unas cuantas cañas. Allí trabajan 3 profesores y se educan cerca de 40 niños.

Publicidad

Bolívar Mero, encargado del cuidado del plantel, dice que los directivos de la escuela han pedido ayuda de las autoridades de educación, “por lo menos para tener un baño”.

Señala que los niños no tienen dónde hacer sus necesidades y para ello se ocultan en el monte, en la ladera del cerro donde funciona el centro.

En una área de la escuela que funciona como bodega hay más de 30 bancas destruidas y corroídas.

Johnny Caamaño, dirigente de la precooperativa, dice que espera que haya el apoyo para construir un local que tenga piso y paredes de cemento, “para que los niños cuenten con un lugar digno donde estudiar”.

Publicidad

Gonzalo Aparicio Bone, director de la escuela fiscal mixta Nº 441 Sargento Gabriel Solís Moreira, dice que la Dirección Nacional de Servicios Educativos (Dinse) le prestó ayuda el año pasado, pero que no se solucionaron todos los problemas del plantel.

Indica que todavía falta el arreglo de baterías sanitarias y la construcción de dos aulas, “aunque los trabajos que efectuó dicha institución del Estado no fueron satisfactorios”.

Bone explica que el techo fue cambiado pero le dejaron varias lámparas sin luz; asimismo, pusieron otras chapas a las puertas “y a los dos meses se dañaron”.

ESCOLARES

MATRICULACIÓN
Las escuelas y colegios fiscales de los cantones Salinas, La Libertad y Santa Elena iniciarán mañana el período de matriculación correspondiente al año lectivo 2005-2006, así como en algunos establecimientos de Guayaquil.

CAPACITACIÓN MASIVA
La matriculación ordinaria inició oficialmente el pasado 15 de marzo. Autoridades de varios planteles que no lo hicieron en esa fecha aseguran que se debió a que los maestros asistieron a una capacitación masiva que se desarrolló hasta el pasado viernes.

ATENCIÓN DEL GOBIERNO
Según directivos de los establecimientos educativos de la zona peninsular, es necesario que los problemas de infraestructura de ciertos locales sean atendidos por el Gobierno antes del inicio de clases (4 de abril próximo).