Fernando Alonso y Renault le están exprimiendo el jugo a las penurias de Michael Schumacher con su viejo Ferrari. Igual están haciendo Toyota y Red Bull.
 
El español Alonso se adjudicó este domingo en forma magistral el Gran Premio de Malasia, y pasó a comandar el mundial de fórmula uno, en el que los pilotos de Renault se han trepado a lo más alto del podio en las dos válidas disputadas hasta ahora.
 
Alonso ganó con tiempo de 1 hora, 31 minutos y 33.736 segundos, superando por 24,3 segundos al italiano Jarno Trulli, dándole a Toyota su primer podio en la F1, y por 32,1 segundos sobre el Williams del alemán Nick Heidfeld. El colombiano Juan Pablo Montoya entró en cuarto sitio con su McLaren.
 
Schumacher, que el año pasado se alzó con su quinto título mundial consecutivo al ganar 13 de los 18 válidas, cruzó la meta con un retraso de 1 minutos y 20 segundos, ubicándose séptimo en el autódromo de Sepang.
 
Ese resultado, de todas formas, le valieron dos puntos, sus primeros en el campeonato de pilotos, una mejora con respecto a la primera carrera del año en Australia, donde abandonó tras una colisión con Heidfeld.
 
Alonso, tercero en Melbourne hace dos semanas, suma 16 puntos y es el primer español que se ubica al tope de la clasificación de pilotos.
 
Es una sensación indescreptible, dijo Alonso, quien a causa de la deshidratación sufrió un desmayo durante la ceremonia de premiación.   Yo sueño con ser campeón del mundo. Tengo 23 años y estoy primero en el mundial.
 
Ha sido una carrera durísima, mucho más que la de Australia, pero estoy muy feliz porque el coche y yo hemos respondido muy bien, añadió.
 
El italiano Giancarlo Fisichella, compañero de Alonso, se estrelló en la 38va vuelta y con él arrastró al australiano Mark Webber de Williams.
 
Alonso arrancó primero en la parrilla de salida para obtener la segunda victoria de su carrera, y advirtió que Renault tiene que amasar la mayor cantidad de puntos posibles mientras Ferrari siga empleando un modelo modificado de su bólido del 2004.
 
El Ferrari F2005 sigue en pruebas y no sería hasta la próxima carrera, en Bahrein, cuando haga su debut.
 
Ferrari y Michael serán rivales muy duros, dijo Alonso.   Ahora que Ferrari no están tan fuerte, tenemos que aprovechar y sumar todos los puntos que se puedan porque después los vamos a necesitar.
 
Detrás de Montoya, figuró el alemán Ralf Schumacher con el otro Toyota, en tanto que Red Bull continuó excediendo las expectativas, ya que el escocés David Coulthard entró sexto y el austríaco Christian Klien lo hizo octavo.
 
Renault marcha primero en la tabla de constructores con 26 puntos, escoltados por Toyota con 12 y Red Bull con 11. Toyota ya superó su cosecha del año pasado, de apenas nueve unidades, y Red Bull rebasó los diez que obtuvo su predecesor, Jaguar.
 
El finlandés Kimi Raikkonen, compañero de Montoya, se recuperó bien y cruzó la meta en noveno, después de que el neumático de su rueda trasera derecha se le hizo pedazos en la 24ta vuelta y tuvo que entrar a los pits.
 
El brasileño Barrichello, con la otra Ferrari, se retiró en la vuelta número 50 de las 56.
 
Cuando Alonso ganó su primer Gran Premio en Hungría el año pasado, se convirtió en el piloto más joven en obtener un triunfo en la F1. Su triunfo en Malasia confirma su potencial.
 
Las nuevas reglas en los motores, los neumáticos y la carrera tuvieron un impacto en los competidores: siete de los 20 autos no terminaron, incluyendo los dos BAR-Honda, los cuales se retiraron en la tercera vuelta.
 
El calor fue indomable y la temperatura en la pista llegó a los 53 grados centígrados.