El 20 de marzo del 2003, tras expirar el ultimátum de George W. Bush, Bagdad empezaba a ser bombardeada.

Cuando los soldados estadounidenses invadieron Iraq hace dos años, Adnan al Eiby se sintió entusiasmado.

Pensó que con el derrocamiento de Saddam Hussein su país se convertiría en una floreciente democracia de estilo occidental.

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“Pero ahora cuando camino por las calles lo único que veo es muerte. Personas inocentes despedazadas por los terroristas, y otras baleadas por los norteamericanos”, dice el chofer de 32 años.

En una época era un trabajo bien pagado. Ahora saqueadores e insurgentes han transformado caminos y carreteras de Iraq en trampas mortales.

Una opinión diferente sobre el nuevo Iraq proviene de Hamid Balasim, ingeniero de 34 años, experto en energía nuclear, que en una época trabajó para el régimen de Saddam, quien afirma que la libertad es más importante que reconstruir Iraq o enriquecerse.

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“La situación es un millón de veces mejor que en la época de Saddam. La libertad es la esencia de la vida”, asegura.

“Votamos en elecciones libres, leemos periódicos que critican abiertamente a funcionarios del gobierno, podemos decir lo que se nos ocurra en voz alta. Y eso no sucede en otros países árabes que no tienen problemas de seguridad”, destaca Balasim.

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Ambos demuestran que dos años después de la invasión encabezada por EE.UU., los iraquíes están divididos entre esperanza y desesperación.

EE.UU. debate
Un intenso debate se da en Estados Unidos acerca de si el costo humano, político y económico ha compensado el derrocamiento de Hussein.

El gobierno del presidente George W. Bush se ha esforzado por insistir en que la invasión supuso la liberación de una sangrienta dictadura y el inicio de una ola de reformas y democratización en Medio Oriente.

“Los capítulos finales (de la guerra) serán logros históricos: el final de uno de los principales estados terroristas y la expansión de la libertad por toda esa región”, afirmó esta semana el secretario de Defensa, Donald Rumsfeld.

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Bush, en su conferencia de prensa del miércoles, destacó como un “momento brillante” la reunión de la asamblea iraquí tras las elecciones de enero, a la vez que aseguró que no buscaba “una reivindicación” de su decisión de lanzar la guerra, cuyo juicio -dijo-“corresponde a la historia”.

EE.UU. transfirió en junio la soberanía al gobierno interino iraquí encabezado por el primer ministro, Ayad Alawi, y el 30 de enero se realizaron comicios que pronto llevarán al poder a un gobierno encabezado por  chiitas.

El viernes, negociadores chiitas y kurdos acordaron que la Asamblea Nacional vuelva a ser convocada el 26 de marzo para nombrar  a un presidente,  dos vicepresidentes y al presidente de la corporación legislativa.

Aunque los iraquíes eligieron a 275 miembros al parlamento, kurdos y chiitas, que surgieron como los principales sectores de poder, no han logrado formar un gobierno de coalición.

La Constitución interina no fija límites para formar un gobierno luego que se reúna la Asamblea Nacional. Pero una vez que el presidente y el vicepresidente son electos, el primer ministro debe ser nombrado en  dos semanas.

BAJAS

TOTAL
El  total de muertos por la invasión es aún confuso aunque, según cálculos no oficiales, supera los 25.000, la mayoría civiles.

Civiles iraquíes
El proyecto Iraq Body Count, con su pagina web iraqbodycount.net, actualizada por investigadores y pacifistas calcula entre 17.053 y 19.422 las bajas civiles iraquíes.

Discrepancia
Un estudio publicado en octubre pasado en la revista médica británica The Lancet estimó el número de víctimas civiles iraquíes en 100.000.

Soldados de Hussein
Unos 5.500 militares iraquíes perecieron en tres semanas de combates con EE.UU.

Soldados de EE.UU.
El Pentágono calculaba hasta el viernes 1.509 soldados estadounidenses muertos, un promedio de 59 por mes.

Aliados
172 uniformados aliados han fallecido, en especial británicos, italianos, ucranianos, polacos, españoles y búlgaros.

Extranjeros
212 empleados y una treintena de rehenes extranjeros fueron asesinados, algunos con ejecuciones por internet.