La insurgencia atacó el domingo con disparos, atentados suicidas y morteros a las fuerzas de seguridad iraquíes y estadounidenses y a edificios del gobierno, matando a por lo menos seis personas en momentos que el conflicto armado entra en su tercer año desde la invasión liderada por Estados Unidos.
 
Entre los muertos había un importante funcionario anticorrupción iraquí y un soldado estadounidense.
 
En la vecina Jordania, en tanto, un tribunal condenó en ausencia a 15 años de prisión al terrorista más buscado de Iraq, Abu-Musab al-Zarqaui, al considerarlo culpable de conjurar para atacar la embajada jordana en Bagdad.
 
Un soldado estadounidense murió y otros tres resultaron heridos en un ataque dinamitero en el norte de Iraq, dijo el ejército norteamericano.
 
Los soldados patrullaban un área cercana a Kirkuk, a unos 290 kilómetros al norte de Bagdad, cuando la bomba detonó, según los militares.
 
En el norte de Bagdad un atacante suicida se inmoló dentro de un complejo gubernamental de la ciudad de Mosul, matando a Walid Kashmoula, titular del departamento anticorrupción de la policía iraquí, dijeron las autoridades. Tres personas resultaron heridas.
 
Algunos residentes de Bagdad, en tanto, expresaron que un grupo de atacantes hizo explotar un edificio municipal de dos pisos de un vecindario del oeste de la capital, que quedó destruido. No se informó sobre lesionados.
 
Por otra parte, un vehículo militar estadounidense fue atacado en una carretera que conduce al aeropuerto. Algunos testigos dijeron que fue alcanzado por una bomba colocada en el camino, pero no fue posible contactar de inmediato a funcionarios militares norteamericanos para que efectuaran declaraciones.
 
Los soldados estadounidenses acordonaron el área.
 
Los insurgentes prosiguieron también con su mortífera campaña contra las fuerzas de seguridad iraquíes, que luchan por fortalecer sus filas y combatir la inseguridad que reina en el país desde la invasión liderada por Estados Unidos el 19 de marzo del 2003.
 
Un grupo de atacantes saltó de su vehículo y mató a tiros a un policía que caminaba hacia su trabajo en Samarra, manifestó el mayor Sadoun Ahmed, funcionario policial de la ciudad del Triángulo Sunita ubicada a unos 95 kilómetros al norte de Bagdad.
 
También fueron atacados los policías que acudieron a buscar el cadáver, desencadenando un tiroteo que dejó heridos a tres agentes de seguridad y un trío de insurgentes, que fueron arrestados, indicó el teniente policial Qassim Mohammed.
 
En la ciudad de Basora, en el sur del país, los rebeldes apuntaron a una patrulla policial con una bomba colocada en una carretera, matando a un civil y lesionando a un policía, indicó el coronel de la policía Karim al-Zeidi.
 
Los insurgentes atacaron también con morteros a un vecindario cercano a la base militar iraquí de Mamudiya, al sur de Bagdad, matando a un civil e hiriendo a otros dos, dijo Ikbal Sabir, funcionario del hospital Yarmuk, a donde fueron llevados los cadáveres.
 
También en Mosul, las autoridades anunciaron que desmantelaron un grupo insurgente de cinco miembros, al arrestar a dos saudíes y confiscar un arsenal de armas en un allanamiento del viernes.
 
Con la muerte del soldado estadounidense, al menos 1.520 militares norteamericanos han fallecido desde el comienzo de la guerra, de acuerdo a un conteo de la AP.