Un grupo de influyentes diputados británicos recomendará esta semana que se autorice en el Reino Unido la implantación en animales de embriones humanos para objetivos de investigación.
 
El Comité de Ciencia y Tecnología de la Cámara de los Comunes propondrá asimismo que los padres puedan elegir el sexo de sus hijos por "motivos sociales" así como la clonación de embriones humanos con fines médicos.
 
Según el dominical The Observer, que ha visto el documento, el informe es tan polémico que ha dividido a los diputados que integran ese comité.
 
El informe llega a la conclusión de que los experimentos "quiméricos", en los que se mezclaría el material genético de animales y seres humanos, podría dar resultados muy valiosos en un futuro.
 
"Aparte de los argumentos a favor del bienestar de los animales, no está claro por qué (ese tipo de experimentos) tendrían que ser más inaceptables que tirar el embrión al vertedero, que sería la alternativa más probable", se dice en el informe.
 
En el documento se cita al embriólogo Henry Leese, según el cual se sabe muy poco sobre el desarrollo del embrión humano en un organismo vivo en lugar de en un tubo de ensayo.
 
Ese tipo de investigaciones permitiría hacerse una idea mucho más clara sobre las causas de la infertilidad y de los abortos naturales, señala el informe.
 
Los experimentos destinados a crear híbridos humanos se aceleran, y así el biólogo molecular Irving Weissman, de la Universidad de Stanford, en California, ha inyectado células de cerebro humano en fetos de ratones, con lo que creó un nuevo tipo de roedor que es un uno por ciento humano.
 
Su objetivo, según The Observer, es "producir" ratones con cerebros que serían cien por cien humanos, al menos desde el punto de vista del material genético.
 
Los científicos creen que cuanto más genética humana lleven incorporados los animales utilizados en laboratorios, más fácil será el desarrollo de nuevos fármacos y la producción de órganos para trasplantes.
 
El comité del Parlamento británico va más lejos y sugiere que debería darse a los científicos libertad para modificar genéticamente los embriones humanos a fin de permitir a las parejas crear "bebés de diseño" y en algunos casos elegir el sexo de sus hijos.
 
Según el informe filtrado al dominical, la elección del sexo del bebé por razones sociales puede ser aceptable y no está demostrado que presente un peligro para los individuos o la sociedad en su conjunto.