El crudo de Texas cerró la semana con un nuevo precio máximo de 56,72 dólares en Nueva York, lo que refleja que los operadores siguen temiendo que la oferta sea insuficiente para la elevada demanda que se prevé en este año.

La tendencia muestra, además, la poca influencia que la reciente decisión de la Organización de Países Exportadores de Petróleo de aumentar su producción de inmediato, ha tenido en los mercados.