Al menos 17 mineros de los 70 atrapados tras explotar una mina de carbón en la provincia septentrional china de Shanxi fueron confirmados muertos por los equipos de rescate, informó este sábado la agencia oficial Xinhua.
 
El accidente se produjo este mediodía en el pozo de Xishui, en la ciudad de Shuozhou, y en estos momentos 52 trabajadores siguen atrapados, según las autoridades de seguridad laboral.
 
En un primer momento quedaron atrapados 49 mineros, mientras que otros 20 (y no 21 como se informó en un principio) que trabajaban en una mina cercana resultaron enterrados al derrumbarse la pared de su pozo a causa de la explosión.
 
El gobernador de la provincia, Zhang Baoshun, se ha desplazado al lugar del accidente para asistir a los trabajos de rescate y coordinar la investigación puesta en marcha a fin de averiguar las causas del accidente.
 
También el secretario del comité provincial del Partido Comunista de China (PCCh) se ha dirigido al lugar del siniestro.
 
Las autoridades provinciales aseguraron que la mina cuenta con licencia para producir 150.000 toneladas de carbón al año, según Xinhua.
 
China, que depende en un 70 por ciento del carbón para su suministro energético, es el país con mayor número de accidentes mineros del mundo, con el 80 por ciento de las muertes en el sector, 6.027 el año pasado según cifras oficiales, aunque Human Rights China las eleva a 20.000.
 
Hace tan sólo dos días, 18 trabajadores perdieron la vida en un accidente en la región de Chongqing (suroeste), mientras que en febrero se produjo el siniestro más grave de los últimos 60 años, con 214 muertos en la provincia nororiental de Liaoning.
 
Según los expertos chinos, la falta de automatización y preparación de los obreros, el precario equipamiento y la baja inversión tecnológica son las causas de la mortalidad de los pozos del gigante asiático, algunos en idéntico estado que en el siglo XIX.
 
El primer ministro chino, Wen Jiabao, señaló durante la reciente sesión de la Asamblea Nacional Popular (ANP) que mejorar la seguridad en las minas es una de las prioridades de Pekín, que este año gastará 362 millones de dólares (269 millones de euros).