El fuerte descenso en las reservas de gasolina y de gasóleo en EE.UU. catapultó ayer a los precios del crudo a niveles récord en Nueva York y Londres, a pesar de que la OPEP decidiera un aumento inmediato de su oferta.

El precio del Petróleo Intermedio de Texas (WTI) para abril –que sirve de referencia para el crudo ecuatoriano– tocó de forma fugaz un máximo de $ 56,50 el barril, algo nunca visto hasta ahora en el mercado de materias primas de Nueva York. Al cierre, había cedido ligeramente posiciones, pese a lo cual el barril terminó la sesión en $ 56,46, el 2,5% más que el martes.

El mercado reaccionó, así, a un reporte de la Agencia de Información de Energía de EE.UU. (EIA), que advirtió sobre un descenso de 2,9 millones de barriles en existencias de gasolina, que quedaron en un total de 221,4 millones.

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La cifra es, sin embargo, el 9,4% superior a la de hace un año, pero eso no logró frenar el alza de los precios.

El incremento, en medio millón de barriles, de la cantidad de crudo que la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) coloca en el mercado tuvo un efecto nulo. Una medida que se califica como tibia y tardía.