Científicos estadounidenses afirmaron este jueves que la virginidad no es una barrera absoluta contra las enfermedades venéreas y, lo que es peor, alentaría la conducta sexual de alto riesgo.
 
La investigación, publicada en la revista "Journal of Adolescent Health", indica que los adultos jóvenes que se proponen mantenerse vírgenes corren el mismo peligro de contraer enfermedades de transmisión sexual que aquellos que no.
 
Según los científicos de la Universidad de Yale y de la Universidad de Columbia, las promesas de virginidad podrían alentar un comportamiento de mayor riesgo sexual.
 
"Los resultados (del estudio) sorprenden. Quienes prometen tener menos parejas sexuales inician sus relaciones sexuales más tarde, se casan antes y, por lo tanto, su nivel de enfermedades venéreas debería ser menor que las de que no prometen nada. Pero no ocurre así", dijo Hannah Brückner, profesora de sociología en la Universidad de Yale y autora principal del estudio.
 
Según la socióloga, una de las razones más importantes es que quienes se proponen mantenerse vírgenes el mayor tiempo posible, cuando se inician en el sexo lo hacen sin la precaución del preservativo.
 
Por otra parte, debido a un problema de percepción o para no lesionar su buen nombre, los jóvenes no acuden a la asistencia médica cuando tienen un problema de enfermedades de carácter sexual.
 
Por esa misma razón, es posible que las infecciones perduren mucho más en esas personas que en aquellas que no ocultan su actividad sexual.
 
"Ponerse un condón después de resultar infectado no hace que la infección desaparezca", indicó Brückner.
 
Pero, sobre todo, aquellas personas que prometen virginidad pueden involucrarse en actividades sexuales "alternas" para mantenerla.
 
Entre esas personas vírgenes, es decir las que no han tenido una relación vaginal, hay más posibilidad de que mantengan relaciones anales u orales.
 
El uso del preservativo en las relaciones anales es muy bajo y en las orales virtualmente no existe, señaló Brückner.
 
Por ello, quienes eligen la virginidad pueden terminar en un comportamiento sexual más arriesgado, lo cual puede contribuir a una incidencia más alta de enfermedades venéreas, señalaron los científicos.