Todos sabían que en cualquier momento Paola Toral Fabara dejaría de existir. Pero la noticia de su muerte ocurrida a las 05h00 de ayer en su domicilio,  estado de  Florida (EE.UU.), dejó consternados a sus padres y hermanos.

La joven de 28 años, una ingeniera agrónoma que viajó a EE.UU. en busca de mejores oportunidades, tenía cáncer de colon, los síntomas se registaron en enero del año pasado, pero cinco meses después otro examen detectó la presencia de la enfermedad.

Paola permaneció internada desde fines del año pasado en el hospital Westside Regional Medical Center en  Florida, en donde se aferró a la vida, soportó varias sesiones de quimioterapia, pero en poco tiempo el cáncer complicó el hígado y otros órganos, se sometió a tres intervenciones quirúrgicas, pero nada pudo frenar el avance de la enfermedad, dijo su hermano Jimmy.

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Los médicos prohibieron las quimioterapias porque físicamente ya no resistía, tenía dificultades para hablar y alimentarse y fue dada de alta del hospital el 26 de febrero porque “ya no había nada que hacer”, agregó Jimmy.

La noche del lunes Paola tuvo convulsiones, se quedó como dormida y a la madrugada se dieron cuenta que había muerto, expresó.

Margarita Fabara, madre de Paola, debió renunciar a 28 años en el magisterio y su hermana menor, Soledad, a su trabajo y estudios para viajar y acompañarla con la esperanza de su recuperación.

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El progenitor, Jorge Toral, vivió otro drama para conseguir una visa humanitaria, la que le fue negada en el Consulado de EE.UU. y en un nuevo intento consiguió y logró viajar el 23 de febrero.

El hermano dijo que se hacen las gestiones para cremar los restos de Paola para repatriarlos y sepultarlos en el cementerio Parque de la Paz.