El Vaticano rompió el silencio sobre el contenido de este libro y pidió que no se  compre ni se lea, pues considera que está lleno de imprecisiones históricas.

Hace dos años, en marzo del 2003, la editorial neoyorquina Doubleday publicó una novela de suspenso con una primera tirada de 85.000 ejemplares y la esperanza de que un escritor casi desconocido, Dan Brown, pudiese obtener cierta fama.

“Por cierto, esperábamos tener éxito, pero nadie soñó que se convertiría en una publicación que haría historia”, dice Stephen Rubin, presidente y dueño de Doubleday Broadway Publishing Group.

Publicidad

En tanto los libros de Harry Potter se han convertido en lectura obligada de los adolescentes,  El código Da Vinci ha capturado la corona para el lector adulto de Estados Unidos. Se convirtió en una sensación desde el momento en que salió a la venta, gracias a que sus lectores recomendaban la obra a amigos y conocidos.

Y ahora, al comenzar su tercer año de existencia, la novela de Brown, una mezcla muy discutida de narración y especulación, sigue al tope en la lista de libros más vendidos.

Hasta el momento se han comercializado 25 millones de ejemplares en 44 idiomas. Y el fenómeno no parece empalidecer. Los libreros creen que El código Da Vinci seguirá siendo un éxito editorial en el 2005.

Publicidad

Mientras tanto,  El Vaticano rompió ayer el silencio sobre uno de los libros más vendidos en el mundo y pidió que “no se compre ni se lea”.

“No lean ni compren El código Da Vinci”, expresó  el influyente y papable cardenal Tarcisio Bertone, arzobispo de Génova, en declaraciones a Radio Vaticano.

Publicidad

La obra fue calificada como “un castillo de mentiras” por el purpurado,  quien considera que está llena de imprecisiones históricas.

El texto narra las investigaciones de su  héroe, el profesor y experto en simbología Robert Langdon para descubrir un  enigma criminal, en el que están involucradas la organización católica Opus Dei y sociedades esotéricas anticlericales.

“Es solo una novela, una historia de ficción”, se defiende el autor del libro Dan Brown en su página en internet.

La indignación de uno de los mayores prelados del Vaticano nace del hecho de que se le atribuye a Jesús una hija con María Magdalena.

Publicidad