Los miembros de los servicios secretos sirios evacuaron este miércoles Beirut dentro de la primera fase del plan en dos etapas, anunciado la semana pasada por el presidente sirio Bachar al Asad.
 
Los agentes salieron definitivamente de su principal cuartel, en el hotel Beau Rivage, que controla la entrada sur de Beirut, y de otros dos en la capital, anunciaron las emisoras de radio locales.
 
Este repliegue se realizó hacia la Bekaa, en el este del país, donde está su principal cuartel general, en la localidad de Anjar, que la oposición califica como "auténtico centro de poder" desde donde se decide la política libanesa.
 
Los dos últimos vehículos cargados con oficiales y agentes sirios salieron hacia el mediodía de hoy e inmediatamente después grupos de jóvenes se dirigieron al lugar, donde ondearon banderas libanesas y exigieron el esclarecimiento del asesinato del ex primer ministro asesinado Rafic Hariri.
 
"Ya no habrá ojos y oídos para aterrorizar a los beirutíes", dijo un joven mirando partir a los mujabarat (espías) en medio de un cordón de seguridad libanesa.
 
Se estima que la primera fase de la retirada siria se ha realizado ya en un 80 por ciento y, según el periódico An Nahar, 4.000 mil soldados han abandonado ya las montañas que rodean Beirut, un número similar al que ha vuelto a Siria y 2.000 que se han replegado en la Bekaa.
 
A estos hay que añadir un número de entre seis y siete mil soldados, retirados también desde el norte del Líbano, donde aún quedan ocupadas algunas instalaciones de los servicios secretos sirios.
 
Siria ha prometido retirar todas sus tropas y servicios secretos del Líbano, pero sin comprometerse a ninguna fecha.
 
Esta retirada "inmediata" forma parte de las exigencias que plantea la resolución 1559 del Consejo de Seguridad de la ONU aprobada el pasado 2 de septiembre.