Gabriel Batistuta dijo adiós al fútbol

A los 36 años de edad, el jugador del Al-Arabi de Qatar colgó los botines.

Gabriel Batistuta, de 36 años, delantero  del Al-Arabi, de Qatar, anunció el domingo su retiro de los campos de fútbol.

Batigol, el máximo anotador en la historia de la selección argentina (56 tantos en 78 partidos), y campeón de las copas América de Chile 1991 y Ecuador 1993, indicó que ya no tenía entusiasmo para jugar más.

El fútbol empezó a echar de menos varios goles porque Gabriel Batistuta ha decidido retirarse.

“El gol es el orgasmo del fútbol. Como el orgasmo, el gol es cada vez menos frecuente en la vida moderna”, reflexiona Eduardo Galeano en su libro Fútbol a sol y sombra, lo cual se convierte en una referencia irresistible a la hora de hacer crónica de una decisión que tranquiliza a los porteros y comienza a disparar nostalgias.

Después de dedicar casi la mitad de su vida a levantar los brazos y cerrar los puños para celebrar centenares de aciertos con sus pies, Bati ha decidido poner fin a una carrera brillante, sustentada por las anotaciones, ni más ni menos.

A los 36 años Gabriel Batistuta se despidió del fútbol activo en el Al-Arabi qatarí, equipo en el que  el 2004 marcó 25 tantos y ninguno en la actual campaña como consecuencia del crujido desafinado de una rodilla y de algunos otros huesos maltratados.

Bati se retira en momentos en que en el fútbol sobran defensas y volantes, y planteamientos conservadores.

El rubio delantero dijo ayer que la falta de entusiasmo fue la causa de su retiro.

“Todo tiene un final. Los entrenamientos para mí ya no eran lo mismo, el entusiasmo estaba disminuyendo. Estoy muy agradecido a todo lo que me dio el fútbol”, agregó.

“El tiempo pasa rápido”, admitió Batistuta después de casi dos décadas desde que dio sus primeros pasos en el fútbol de la mano del técnico Marcelo Bielsa en las divisiones menores del club Newell’s Old Boys de Rosario.

La fórmula de Batigol
El orgullo y la humildad fueron las fórmulas que combinaron el éxito de Batistuta en las canchas por las que paseó su instinto goleador. “Siempre quise mejorar, cuando metía tres goles me iba con bronca porque no pude hacer el cuarto”, confesó.

Después de debutar en primera división con Newell’s en 1988, pasó a River Plate al año siguiente y ahí ganó su único título con un equipo argentino, aunque no pudo mostrar todo su potencial frente al arco contrario. Con el arribo del técnico Daniel Passarella, el  artillero fue condenado al banco de suplentes.

El grito infernal de sus goles pudo ser exteriorizado cuando se cruzó de bando y fue a jugar para el eterno rival de River, Boca Juniors, donde convirtió trece anotaciones.

Con la fama de goleador, Batistuta se fue a la Fiorentina de Italia, donde convirtió 151 tantos desde 1991 hasta el 2000, periodo en el que ganó la Copa y la Supercopa de Italia, en la temporada 1995-1996. La Liga Italiana la consiguió jugando para la Roma en el 2000-01. Luego se fue al Inter de Milán, escala previa antes de ir hacia Qatar hace un año y medio.

El último gol de Batistuta, que anotó 26 en 23 partidos en Qatar, fue el 24 de abril.

Todavía hay ofertas pendientes con las que algún club intentará aplazar la decisión de Batigol, aunque quienes lo conocen no creen que vaya a aceptar. 

Gabriel  Batistusta El señor del gol colgó los botines y pocas cosas debe haber más ingratas que esta en una actividad de muchas calenturas y muy pocos orgasmos (goles).

Para anotar

Gabriel Batistuta  nació en Reconquista, provincia de Santa Fe, el 1 de febrero de 1969. Es el máximo goleador en la historia de la selección argentina con 56 tantos en 78 partidos.

Jugó tres mundiales: Estados Unidos 1994, Francia 1998 y Japón-Corea 2002 (en ese Mundial hizo su gol 56, en la victoria 1-0 ante Nigeria).

ganó las Copas América de Chile 1991 y Ecuador 1993.

Jugó en Newell’s Old Boys, River y Boca Juniors, en su país. En Italia lo hizo en la Fiorentina, donde marcó 151 goles en 332 partidos. Con ese club se consagró campeón de la Copa Italia y la Supercopa en 1995 y 1996. En Florencia fue un ídolo absoluto y le construyeron un monumento.

Con la Roma fue campeón de la Liga italiana en la temporada 2000-2001. En total disputó 631 partidos e hizo 355 goles en toda su carrera.