La policía filipina allanó este martes una cárcel de máxima seguridad matando a 22 detenidos y recuperando el control de la institución de extremistas musulmanes que le quitaron armas a los guardias durante un fallido intento de fuga. Un policía murió en el operativo, y otros seis resultaron heridos.
 
El secretario del Interior, Angelo Reyes, dijo que entre los muertos había cuatro líderes del grupo Abu Sayyaf, vinculado a Al Qaeda, incluso dos que encabezaron el fallido intento de fuga el lunes de la penitenciaría Camp Bagong Diwa, en los suburbios de Manila. En esa ocasión, murieron otras cinco personas.
 
Reyes dijo que tres líderes de Abu Sayyaf, Alhamzer Manatad Limbong, conocido como Kosovo; Ghalib Andang, alias Comandante Robot, y Nadzmie Sabtulah, alias Comandante Global, murieron en el ataque. Los tres fueron acusados de secuestros masivos y de otras acciones terroristas.
 
Asimismo Hazdi Daie, que actuaba como portavoz de los amotinados, murió en el asalto, dijo Reyes.
 
El ataque se produjo después que Reyes les diera a los reclusos un plazo de 15 minutos para que se rindieran el martes, en el segundo día del motín.
 
Un acuerdo negociado el lunes fracasó porque los extremistas exigían que se les diera comida primero.
 
Los terroristas recibieron su merecido, dijo en un comunicado Ignacio Bunye, secretario de prensa de la presidenta Gloria Macapagal Arroyo.   El equipo de manejo de la crisis les ofreció todas las posibilidades de rendirse de manera pacífica.
 
El jefe nacional de la policía, Arturo Lomibao, admitió que hay temores de represalias de los terroristas.
 
Esperemos que no haya ataques en venganza de nuestros hermanos musulmanes, pues ellos saben lo que ocurrió aquí, dijo.   Intentamos solucionar el problema de manera pacífica. No existe persecución alguna o una intención de elegir en particular a presos musulmanes, añadió Lomibao.
 
Abu Sulaiman, un líder del grupo Abu Sayyaf que está prófugo, advirtió a la población, en declaraciones a la emisora de radio DZBB, que los militantes llevarán la guerra   a vuestro umbral. El grupo se atribuyó la responsabilidad por tres atentados con explosivos en tres ciudades el mes pasado que mataron a ocho personas e hirieron a 100.
 
Las autoridades dijeron que la policía encontró ocho revólveres y dos granadas en la cárcel tras el ataque, en que murieron 22 presos y un agente. Otros seis policías fueron heridos.