Utilizar teléfonos móviles y ordenadores a bordo de los aviones será una realidad a partir del año que viene mediante un sistema de telecomunicaciones que este martes presentó una firma participada por el constructor aeronáutico Airbus y por la red SITA.
 
El sistema, que entrará en funcionamiento en 2006, facilitará a las compañías aéreas que lo contraten el que sus viajeros puedan hablar por teléfono móvil de tecnología GSM, así como conectarse a internet con su propio ordenador personal, recibir o enviar correo electrónico y otras operaciones electrónicas durante el vuelo.
 
Hasta ahora los problemas de sobrecarga en estaciones terrestres por el repentino paso de aviones cargados con múltiples usuarios de móviles, la débil recepción de las ondas en el interior de las naves o las posibles interferencias con los instrumentos de navegación, han hecho que la mayoría de compañías aéreas prohíban o desaconsejen utilizar todo tipo de aparatos electrónicos a bordo.
 
El sistema lanzado por la empresa OnAir permitirá, de momento, ser implantado a bordo de aviones Airbus y Boeing, especialmente para los vuelos de medio y largo recorrido.
 
El presidente de OnAir, Francesco Violante, consideró que existe un importante "mercado potencial" en ese segmento, pues calcula que "en 2009 habrá más de 700 millones de pasajeros" de aerolíneas susceptibles de llevar un teléfono móvil con tecnología GSM.
 
Para Violante, el objetivo de la firma es "ofrecer comunicaciones de voz y datos" en vuelos hasta el punto de que "sea atractivo económicamente para los usuarios y para las aerolíneas".
 
Por su parte, el director ejecutivo de esa firma, Georges Cooper, indicó que hasta el momento han mostrado elevado interés numerosas compañías aéreas europeas y asiáticas, aunque no las norteamericanas debido a que "el sistema GSM no es el dominante" en esa región.
 
"Esperamos anunciar en las próximas semanas una acuerdo con al menos un par de aerolíneas" para incorporar ese sistema, dijo a EFE Cooper, quien señaló que el sistema podría "entrar en funcionamiento a mediados de 2006".
 
Añadió que el sistema interesa particularmente a las compañías que efectúan vuelos transatlánticos o de largo alcance ya que los viajeros "pueden estar localizables en todo momento" debido a que dispondrá de una "cobertura global".
 
El directivo precisó que ese sistema facilitará además que los viajeros dispongan de telecomunicaciones "sin interferir con los instrumentos de navegación", aunque reconoció que "hay opiniones divergentes" sobre un eventual riesgo potencial.
 
Fuentes empresariales señalaron que el sistema se basará en el actual "roaming" o itinerancia de redes, que permite a los titulares de un número de teléfono móvil utilizar las redes de otros operadores del país de origen o de otro, con una facturación adicional cargada a la cuenta habitual.
 
Debido a que la telecomunicación se efectuará vía satélite, el coste de la conexión será facturado siempre como si se tratara de una comunicación internacional.
 
Su precio inicial podría oscilar entre 2 a 3 dólares por minuto, aunque con el incremento del número de usuarios, el operador espera que esa cantidad pueda rebajarse progresivamente.
 
Los técnicos de la firma señalaron que para evitar que las llamadas y conversaciones con móviles puedan despertar a los demás pasajeros, especialmente en los vuelos nocturnos, el sistema podría ser activado incluso de manera que sólo se permitiera, por ejemplo, recibir mensajes cortos en momentos determinados por la tripulación.
 
La empresa promotora de esta iniciativa es SITA, que tiene su sede en Ginebra y que gestiona el nudo de interconexión mundial de telecomunicaciones entre las principales grandes compañías aéreas y entre estas y las agencias de viajes y de reservas de vuelos.